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Un Blog de Edwin "El Bachi" Velásquez - Leal al Comandante Chávez y a Nicolás Maduro por el Socialismo Bolivariano - Delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela - Comisionado Estadal de Formación Política de la JPSUV (D.C) - Premio Municipal al Liderazgo y Activismo Juvenil Livia Gouverneur 2012 y 2013 Mención Honorífica Mejor Liderazgo Juvenil - Vivir y Vencer Camaradas - ¡Viva Chávez! ¡Viva la Revolución!

29 de junio de 2010

GUERRA TÁCITA (IV): Honduras: Un Golpe directo a la cara

Honduras, un país pequeño de aproximadamente 11 millones de habitantes ha sido una pieza clave para el imperio norteamericano que con estas acciones, ha reafirmado su presencia y amenaza a la región, especialmente a Venezuela.

Si vemos la realidad hondureña, éste país centroamericano no posee un gran potencial energético ni mucho menos su economía se sustenta en recursos apetecibles para el imperio. Por el contrario es un país con elevados niveles de corrupción y se estima que aproximadamente el 70% de la población hondureña está sumergida en la pobreza. Sin embargo, éste mismo país le ha servido a la burguesía mundial para demostrar que aún pueden manejar el poder y utilizar sus fuerzas para recuperarlo, podríamos decir que esto es solo una muestra de lo que nos espera a aquellas naciones que hemos decidido ser libres y transitar en la construcción del camino hacia el Socialismo del Siglo XXI.

El derrocamiento de Manuel Zelaya ha sido sorpresivo y manejado con una gran audacia por parte de la burguesía hondureña que asesorada y apoyada por los EEUU, se ha aventurado incluso a decir, que fue un golpe a Chávez, lo cual nos da una connotación distinta, porque nos da a entender que el objetivo principal en este juego, es el derrocamiento del líder de la Revolución Bolivariana y no realmente, un problema interno que tenían los hondureños. La famosa “cuarta urna” solo fue una excusa para comenzar con el proceso de desestabilización, no de un país, sino de la región entera. Recordemos algunos acontecimientos preliminares al golpe:

Cuarta Urna:
El entierro de una Constitución:


Para noviembre del año 2009 estaban programadas las elecciones generales en Honduras, allí habrían tres urnas para escoger las siguientes figuras: presidente, diputados, representantes al Parlamento Centroamericano y autoridades municipales. Sin embargo, en un intento por cambiar la Constitución de su país, Manuel Zelaya inició una lucha contra las instituciones del Estado, para hacer un referéndum en el que el pueblo decidiera si quería o no convocar a una Asamblea Nacional Constituyente y que ésta a su vez, redactara una nueva Constitución en el próximo gobierno.

La intención de Mel Zelaya era la de otorgarle más participación y protagonismo al pueblo con una Constitución que permitiera mayores niveles de igualdad y redujera los niveles de corrupción y pobreza; Zelaya proponía una nueva Carta Magna que permitiera darle un trato igualitario a la mujer, que elevara los niveles de inclusión e inversión social, y que fuese bien redactada para que no se prestase a ambigüedades ya que la actual puede interpretarse e incluso acomodarse a los intereses de los más poderosos.

La derecha comenzó a moverse rápidamente para impedir dicho referéndum. Inmediatamente utilizaron los grandes medios de comunicación que responden a los sectores más ricos del país para confundir a la población diciendo que Mel Zelaya quería la reelección (cuestión imposible puesto que la redacción de la nueva Carta Magna tendría que hacerse en el nuevo gobierno que surgiese de las elecciones del 29 de noviembre además de que la propuesta no era vinculante), dijeron que Mel buscaba implantar una dictadura comunista, que le iba a regalar el país a Chávez y todo cuánto se les ocurría para infundir el miedo y disociar a los hondureños, desprestigiar la propuesta fue el pan de cada día.

El 28 de junio del 2009, día en que se llevaría a cabo el referéndum, el presidente Manuel Zelaya fue secuestrado por efectivos militares, llevado al aeropuerto de la Base Militar Estadounidense de Palmerola y expulsado del país, se había perpetrado un golpe de Estado, desde entonces el panorama latinoamericano ha cambiado, a pesar del contundente rechazo mundial que se tiñó sobre éste fatídico hecho que generó una gran ola de violencia y represión con la asunción de Roberto Michelletti al poder, el cual implementó una dictadura que dejó como resultado el cierre de medios de comunicación social, fuertes confrontaciones y varios caídos en la lucha por la restitución de la democracia hondureña.

No hace falta ahondar en todo lo que devino después del derrocamiento de Zelaya, todos conocimos los desenlaces de éstos hechos y podemos llegar a la conclusión de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no tienen razón alguna de existencia, vimos tristemente el fracaso de éstos dos organismos internacionales que finalmente están sujetos a los intereses del Imperio Norteamericano y de las demás potencias capitalistas que preservan sus intereses y avalan las acciones de la burguesía internacional para consolidar su sistema económico liberal y garantizar su poderío en la región.

También es criticable las diferentes posturas tomadas por Manuel Zelaya, quien desde un principio fue apoyado por los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) pero que luego cayó en la trampa del imperio que se jugó su pieza fundamental en éste juego de ajedrez latinoamericano, la OEA. Pasar de obtener un fuerte apoyo de sus aliados naturales como Ecuador, Bolivia, Cuba y Venezuela a obtener la mediación de un neoliberal como Oscar Arias recomendado por los Estados Unidos podría catalogarse como una tamaña estupidez; pensar que éste señor mediaría a favor del pueblo siendo él un burgués rendido a los pies del imperio siempre fue un absurdo. Mel acepta irse a República Dominicana con Leonel Fernández quien también asistió a la toma de posesión de Porfirio Lobo, actual presidente de facto de Honduras.

27 de junio de 2010

GUERRA TÁCITA: Plan Patriota: Un paso patriótico a la Colombia Estadounidense

Nos atrevemos a decir que este plan se trata de una renovación contrainsurgente en su búsqueda por desplegar un contingente militar de unos 15 mil hombres en el sur del país neogranadino que representa un 20% del territorio nacional; en definitiva, es un brazo militar del Plan Colombia surgido a raíz de su fracaso, diseñado entre el Comando Sur de los Estados Unidos y el Ejecutivo Colombiano que se puso en marcha en el año 2003.

Según Eduardo Ruilova Quezada, Consejero Nacional del Partido Socialista-Frente Amplio de Colombia, “…es una zona estratégica por dos razones: 1).- Como escenario para concluir la guerra en Colombia, entre asesores militares y contratistas -mercenarios- norteamericanos, aliados al ejército regular y paramilitares colombianos, que en conjunto intentan derrotar a las FARC-EP y al ELN., por temor a que se extiendan sus frentes de guerra, hacia la selva amazónica y la cuenca del Pacífico(…), 2).- Es una zona estratégica por su riqueza en recursos naturales, biodiversidad, agua dulce, oxígeno, minerales preciosos y estratégicos, especialmente petróleo”

Se estima que para el 2008 Colombia recibía unos 900 millones de dólares solamente para el Plan Patriota, por supuesto, contando con el apoyo logístico y financiero de los Estados Unidos, ahora bien creemos importante destacar que aunque “supuestamente” también buscaba la eliminación de cultivos de droga, su objetivo principal fue la de acabar con las FARC-EP en 120 días, lo cual no se cumplió.

Consecuencias Sociales
¿Derechos Humanos, un chiste?


La ejecución de estos planes han revelado con el tiempo que no se ha tratado de eliminar ninguna producción de cultivos ilícitos ni mucho menos han logrado exterminar a las Fuerzas Guerrilleras que han dado un combate extraordinario en condiciones muy irregulares y desiguales, lo lamentable del caso han sido las consecuencias que ha tenido que pagar el pueblo colombiano, quienes han sufrido los desmanes de una guerra en el que el dinero ha jugado un papel fundamental y nos demuestra que lo que realmente importa es mantener un gran negocio que beneficia a los poderosos de la nación neogranadina; el cobro de recompensa por captura de guerrilleros y el interés de las autoridades colombianas por demostrar que han tenido una lucha eficaz contra las Fuerzas Guerrilleras, lo que a su vez les garantiza el financiamiento por parte de los EEUU han llevado a la muerte a más de 2 mil civiles que hoy pasan a figurar en la lista de los llamados “falsos positivos”.

Según la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) podemos apreciar algunas cifras:

• 4,5 millones de desplazados (casi el 10% de la población), posicionan a Colombia como el segundo país con más desplazamientos forzados en el mundo después de Sudán.

• 58% del desplazamiento forzado en Colombia se originó en el período de aplicación de la primera fase del Plan Colombia (1999-2005).

• Se estiman 30 mil desaparecidos hasta 2008.

• Hasta ese momento habían 7.500 presos políticos.

• 2.500 ejecuciones extrajudiciales (falsos positivos)

• El exterminio de alrededor de 400 defensores de Derechos Humanos.

24 de junio de 2010

Guerra Tácita (III): Plan Colombia: Un gran plan, una gran mentira

Por: Edwin L´Bachi Velásquez

Como es bien sabido por todos, durante varias décadas, Colombia ha sido el máximo exportador de drogas del mundo, y los Estados Unidos de Norteamérica, su mayor mercado mundial de consumo de drogas. Por la supuesta preocupación que trajo consigo esta realidad el Pentágono, el Departamento de Estado y su presidente Bill Clinton, atendiendo al llamado del gobierno colombiano en manos de Andrés Pastrana en 1998, a diseñar una especie de Plan Marshall para la recuperación de Colombia en su lucha contra el narcotráfico que tuvo cuatro (4) versiones; un año después surgió entonces un proyecto internacional como alternativa antinarcóticos llamado “Plan Colombia”, programa que tenía como intención primordial reducir en seis (6) años el 50% del cultivo, procesamiento y distribución de drogas, lo que justificó la presencia militar norteamericana en territorio colombiano, lo cual no estuvo contemplado en las primeras versiones de dicho proyecto así como tampoco la figura de las fumigaciones aéreas.

En octubre de 1999 el Congreso norteamericano aprobó varios millones de dólares para tal fin. La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de los EEUU no solamente otorgó ayuda económica a Colombia sino logística, incluyendo asesoría a las Fuerzas Armadas colombianas bajo la excusa de la lucha contra el narcotráfico, sin embargo el Plan Colombia al poco tiempo incorporó entre sus intenciones, exterminar a los grupos subversivos “terroristas” refiriéndose a las fuerzas guerrilleras que hacen vida subversiva en dicha nación.

Colombia fue muy audaz y cuidadosa, de acuerdo a los intereses nacionales e internacionales, en la presentación de dicho plan: en primer lugar podemos destacar que a lo interno se le llamó “Plan Colombia” presentado como una alternativa de desarrollo social minimizando el aspecto militar y realzando los beneficios sociales, lo cual fue bien acogido por la población de aquel país. En segundo lugar, fue presentado a Europa como un plan que priorizaba la defensa de los Derechos Humanos e incluso, de protección ecológica por lo que reclamaban financiamiento para proyectos sociales, así como también la erradicación manual de cultivos ilícitos y la sustitución de los mismos, sin embargo esto no sucedió ya que han sido utilizadas las fumigaciones aéreas utilizando indiscriminadamente químicos como “el glifosato sobre las reservas naturales, los caseríos, los cultivos de los campesinos y las fuentes de agua…”
Lo cierto es que para poner en práctica este plan, se estableció un presupuesto de 7.558 millones de dólares, el 75% de los recursos debieron ser destinados a inversión social, pero como dijimos antes esto no ha sido así, todo indica que el 80% de los recursos destinados al Plan Colombia han sido invertidos solamente en el componente militar, es decir, “al potenciamiento de la capacidad de fuego, a la movilidad aérea, al entrenamiento de tropas y a las operaciones de inteligencia, a la adquisición de aviones y helicópteros y a la construcción de pistas para la guerra aérea contra los guerrilleros”, lo cual ha traído serias contradicciones con Europa, ya que sienten preocupación por el incremento del poderío norteamericano a través de la presencia militar de los EEUU, lo que puede afectar sus inversiones y negocios en la nación neogranadina.

A raíz de este fenómeno no solo Europa ha mostrado abiertamente preocupación por las consecuencias que puede traer el incremento de las fuerzas militares norteamericanas en Colombia, sino que también los países vecinos de la región han manifestado una fuerte oposición a esto puesto que también ven amenazadas sus soberanías, sobre todo por el historial bélico e injerencista del famoso “Imperio Norteamericano”.

Ciertamente hemos revisado las cifras que podrían indicarnos el avance del Plan Colombia en materia de lucha contra el narcotráfico, atención y beneficios sociales, en 10 años de haberse implementado tan prometedor proyecto se ha ido incrementando sistemáticamente el financiamiento de dicho plan, alcanzando en el 2009 la cantidad de 720 millones de dólares, sin embargo todo parece demostrar que no ha sido posible un avance real de Colombia sino todo lo contrario, un gran retroceso, analicemos las siguientes cifras:

Según la Universidad de Misisipi a través de un estudio, reveló que la marihuana es el cultivo que ofrece la mayor cantidad de ingresos a Estados Unidos, produciendo anualmente una cantidad de 10 mil toneladas con un valor superior a los 35 mil millones de dólares, “cifra que supera el valor conjunto de la producción del maíz y trigo de ese país”.

El segundo país aliado de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico en América del Sur es Perú, curiosamente en la actualidad, es el segundo productor mundial de cocaína según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

De la firma de ese acuerdo en el año 99 hasta la fecha, han pasado once años. Según la UNODC, “durante ese período Colombia se ha convertido en el mayor productor de cocaína del mundo y amenaza con ser también la mayor fábrica de heroína de América Latina”. Según ésta oficina de las Naciones Unidas, los cultivos de coca tuvieron un aumento de 27% solo en 2007; pero peor aún, según la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos reveló en 2008 un efecto de gran expansión de siembra de coca en nuevas áreas del territorio colombiano, igualmente indicó que hasta ese año se contabilizaban 22 nuevos carteles de droga, lo que hace verdaderamente cuestionable la eficacia del plan.

Bien lo reseñó Manuel Alexis Rodríguez, en agosto del año pasado en la Agencia Bolivariana de Noticias: “Si bien el objetivo del Plan Colombia es la erradicación del narcotráfico, se da el siguiente fenómeno: a mayor financiamiento, mayor producción de droga en el vecino país”.

Creemos que es importante destacar que los Estados Unidos en el gobierno de George W. Bush, a partir del año 2001, luego del atentado que provocó la caída de las torres gemelas del Word Trade Center en Nueva York, comenzó una intensa campaña contra el “terrorismo” internacional, lo que vendría a ser “el foco de todas las luchas estadounidenses”, Colombia colaboró fervientemente en esta lucha sumándose, como único país suramericano, a la invasión de Iraq, pero además, intensificando una guerra a “sangre y fuego” contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), ejército subversivo que fue catalogado por los organismos de inteligencia norteamericanos nada más y nada menos que, como “terroristas”.

Este hecho, llevó a un ataque más directo contra el movimiento guerrillero que salía de un proceso de conversaciones con el gobierno de Pastrana, todo parece indicar que la lucha se fijó a una guerra contra la guerrilla y no contra el narcotráfico y las soluciones a los problemas sociales que tanto necesita el pueblo.

21 de junio de 2010

GUERRA TÁCITA (II): Nuestra Hermana Colombia: El Israel de Latinoamérica, un territorio estadounidense

Por: Edwin L´Bachi Velásquez


Tenemos el caso de Colombia que a partir de 1948, a raíz de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, se convirtió en el país más violento y sangriento de América.

Justo después del Bogotazo que surgió de la impotencia del pueblo ante la muerte de aquel líder liberal, devino como consecuencia: primero, la permanencia de la burguesía en el poder que se vio eclipsada por la candidatura presidencial de Gaitán pero que después de su vil asesinato, el camino les quedaba libre para enquistarse en el poder; Segundo, la organización de los campesinos y excluidos en frentes guerrilleros en contra de las políticas del Estado Burgués que solo favorecía a los terratenientes y pequeños grupos de poder del momento; Tercero, el fortalecimiento, crecimiento y expansión de las fuerzas guerrilleras conlleva al Estado colombiano a tomar la decisión de crear grupos armados y mercenarios paralelos a sus Fuerzas Armadas y organismos de seguridad para exterminarlos por la vía de la violencia surgiendo de allí el fenómeno del “paramilitarismo”; Cuarto, a raíz de ésta alternativa en la lucha contra la insurgencia surge un problema mucho más grave, que trajo más violencia y el nacimiento de los carteles y mafias más poderosas del mundo: el narcotráfico.

Ahora bien, ya enumeradas las consecuencias que surgieron de la muerte de Gaitán es necesario destacar que difícilmente se podría comprender las excusas oficiales y públicas para justificar la instalación de las Bases Militares estadounidenses en Colombia sin conocer los últimos sesenta años de historia neogranadina, pero tampoco es posible comprender las verdaderas intenciones de los Estados Unidos de Norteamérica en o con Colombia sin conocer, por lo menos, los últimos sesenta años de intervencionismo y presencia norteamericana en América Latina.

Más de 60 años de lucha entre fuerzas irreconciliables, elementos como el narcotráfico y la corrupción han acelerado y consolidado planes de Estado en conjunto con los EEUU con las supuestas intenciones de acabar de raíz con el terrorismo y el narcotráfico, pero las grandes cantidades de dinero invertido para la ejecución del fracasado Plan Colombia, el Plan Patriota y las instalaciones de las siete (7) bases militares parecen revelar que las intenciones reales del “Imperio” van más allá de los supuestos intereses que se gestan dentro de la soberanía colombiana.

La situación colombiana está repleta de trabas y complejidades históricas que no pueden ser explicadas en pocas líneas, lo cierto es que con la implementación del Plan Colombia, la guerra dejó de ser interna, si bien no se puede decir que es una guerra internacional, “sí es una guerra de interés internacional, con efectos y consecuencias internacionales”, tal y como lo afirma el historiador colombiano Gonzalo Sánchez.

Es lamentable cómo el territorio colombiano está siendo utilizado por el Imperio Norteamericano para ejecutar sus planes intervencionistas que pretenden hacer retroceder el avance ineludible de las fuerzas populares en nuestra región. Colombia, un Narco-Estado-Burgués es un potencial enemigo que promueve el neoliberalismo salvaje y que, vive en una constante lucha de clases desde hace más de sesenta años.

La burguesía colombiana siempre se ha impuesto ante el sentimiento popular y con su poder ha sometido a todo un pueblo al más cruel sistema de represión y desigualdad, su cinismo servil ha logrado arrodillar a todo un pueblo ante la potencia más feroz, voraz e inhumana que haya existido jamás, en poco tiempo han recibido millones y millones de dólares para sus lograr aspiraciones políticas que solo perduran asentadas en papeles sellados, no está de más recordar que Colombia es el segundo país con la Fuerzas Armadas más grande y mejor equipada de Latinoamérica, 500 mil hombres que no han bastado para acabar con las Fuerzas Guerrilleras y que basados en la misma excusa, entregan por completo a la patria neogranadina, más su posición estratégica permitiría acabar más fácilmente con las revoluciones que actualmente vive el continente.

(Próximamente Plan Colombia)

19 de junio de 2010

GUERRA TÁCITA, UNA VISIÓN DESDE MI CASA: Una Guerra en Santa Paz (¿…?)

Estoy tratando de escribir un folleto que recoja la realidad latinoamericana a partir de acontecimientos puntuales que revelan la necesidad que tienen el imperio de acabar con las revoluciones suramericanas que atentan contra su hegemonía capitalista mundial, espero les guste, se llama: "La Guerra Tácita: Una visión desde mi casa" algunas pocas cosas las he publicado en éste blogs, espero no les moleste leerlas de nuevo atte: Edwin L´Bachi Velásquez

Después del Golpe de Estado perpetrado en Honduras por fuerzas militares y de la instalación de las siete (7) bases militares en Colombia, estamos conscientes que la estabilidad de la región está amenazada como ya lo han reseñado algunos analistas, más yo creo que comentarios como estos no deben sorprendernos ni representan algo novedoso, siempre hemos sido advertidos de lo que puede hacer nuestro enemigo más poderoso (el imperio), sería mejor declarar que han logrado desestabilizar a la región que intenta alcanzar los cambios y el progreso que se nos fue negado por mucho tiempo. La amenaza latente se constituyó en una realidad que se perpetró de improvisto aunque siempre hemos sabido que el imperialismo jugará sucio tratando de tumbar las piezas claves en éste juego de ajedrez de la política latinoamericana, poner en jaque al rey se ha vuelto todo un desafío, el cual es interpretado por ellos como el presidente venezolano Hugo Chávez Frías, quién representa una amenaza latente para el proyecto hegemónico neoliberal que en más de sesenta años no ha podido concretarse sino que por el contrario ha sufrido un revés perdiendo casi todo el control de éste “patio trasero” que se propuso ser libre e independiente y seguir los sueños de nuestros libertadores que añoraban la unidad suramericana.

Es notable que la realidad latinoamericana de principios de siglo XXI no es la misma realidad que se vivía a finales del siglo XX, cuando la amenaza hacia el imperio la constituía un hombre excepcional que por muchos años, a mi parecer, se quedó solo en su tiempo y aún así llevó a cabo una revolución heroica, a tan solo 90 millas de distancia de los Estados Unidos, que le demostró a la historia que si bien éste David que lanzó su piedra a la cabeza del gigante no pudo contra Goliat, Goliat con todo y su fuerza imperial tampoco pudo derrotar a David y he allí su heroicidad, por supuesto que me refiero a Cuba y a su líder Fidel Castro Ruz, quien decidió entregar su vida a una compleja y dispareja batalla que ha trascendido en el tiempo y que sobrevivió a las constantes perturbaciones a la que fue sometido el pueblo cubano, resistiendo todo un bloqueo inmoral e inhumano ordenado y consumado por los Yankees, y que hoy aún vive en revolución, en pie de lucha para ver cómo el Imperio más poderoso de los tiempos modernos se derrumba al mismo tiempo que la región más sometida a las perversiones imperiales se levanta cada vez más unida y firme.

Para Cuba no ha sido poca cosa sobrevivir a los tiempos de Guerra Fría, llevar a cabo un régimen socialista en aquella época, como ya es bien sabido, era un crimen y se pagaba con la vida, ejemplo de ello es el caso del presidente chileno Salvador Allende, e insinuar planteamientos reformistas que impactara en los intereses económicos de la nación beneficiando al pueblo fue algo que muchos otros no pudieron llevar a cabo porque constituían una amenaza a los intereses de las transnacionales estadounidenses tal y como fue el caso del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, quién no mantenía una ideología marxista sino que por el contrario secundaba al capitalismo, más su fatídico error fue el de promover una reforma agraria que pretendía minimizar el latifundio (ni siquiera erradicarlo), cosa que los Estados Unidos no perdonaron concretando un golpe de Estado que lo sacó del poder en 1954.

Declarar que han logrado desestabilizar a la región es a su vez declararnos en guerra, es necesario que los pueblos entiendan que la rebelión popular no debe limitarse únicamente a Honduras, sino que nuestra respuesta al imperio debe ser clara haciéndoles entender que no estamos dispuestos a soportar un retroceso más, podrán sacar a nuestros gobernantes pero no podemos garantizarle paz al continente si esto llegase a suceder.

Lo que pasó con Honduras no puede volver a repetirse, ya soportamos los embates de la “Operación Cóndor” que significó el ejecútese de un terrible plan de combate contra todo lo que representase al marxismo en nuestro continente; no queremos más guerras, bien bastó con la cruenta invasión a Panamá, con los 12 años de guerra civil en El Salvador, no queremos más gobiernos dictatoriales y por ello debemos estar dispuestos a la batalla, ya nos bastó con 35 años de terror y persecución en Paraguay, con los 32 años de dictadura militar en Guatemala, con más de 40 años de gobierno de los Somoza en Bolivia, con 17 años de aguda oscuridad en Chile, con los 21 años de dictadura militar en Brasil, con las continuas dictaduras en Argentina, con los 40 años de falsa democracia en Venezuela y con todos los regímenes autoritarios que se implementaron entre mediados y finales del siglo XX en el resto del continente, todos avalados, financiados y ejecutados por los Estados Unidos en el marco de la “Guerra Fría” y en la figura de la “Operación Cóndor”, “Operación Colombo” y todas aquellas perversiones que dejaron como resultado el genocidio más cruel y terrible del Cono Sur.

En los militares hondureños se ve la más despreciada y desprestigiada formación que implementó la famosa “Escuela de las Américas”, organización estadounidense que se encargó de proporcionar instrucción militar adoctrinando a miembros de las Fuerzas Armadas de al menos 23 países suramericanos “con el fin de combatir aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecer o apoyar al comunismo en el contexto de la Guerra Fría…” utilizando técnicas de tortura, ejecuciones, extorsión y chantaje para lograr sus objetivos a favor de las políticas imperiales de los Estados Unidos.

El caso hondureño nos revela lo que para muchos podría significar la vigencia de la Guerra Fría que yo redefiniría como la Guerra Tácita, la cual no está oficialmente declarada pero sabemos que existe, está allí la amenaza imperial, la participación de los Estados Unidos a través de la CIA y el Departamento de Estado ha sido una realidad en todas las irregularidades y crímenes que se han perpetrado en nuestro continente, pero también es una realidad que los tiempos de Guerra Fría quedaron atrás con la caída de la Unión Soviética en 1989 y sus consecuencias en los 90, eran tiempos en donde el poder mundial se los disputaban las dos más grandes potencias de mediados del siglo pasado pero hoy es distinto, las banderas del socialismo han sido retomadas por países pequeños que anteriormente no constituían amenaza alguna contra el imperio norteamericano, para nadie es un secreto que Venezuela ha tomado la batuta de una revolución democrática y de la construcción de un nuevo sistema que abarque los aspectos económicos, políticos y sociales dentro de un gobierno popular que adaptado a los nuevos tiempos se configure en un nuevo sistema que el presidente Chávez ha denominado “El Socialismo del Siglo XXI”, contrario a las políticas estadounidenses que se presentaban en la aprobación del Tratado de Libre Comercio figurado en el ALCA a principios del año 2000, desde entonces Venezuela se propuso desmontar y demostrar las perversiones del sistema imperial que se habían fijado para Suramérica con la imposición del “Consenso de Washington”, que bajo el pretexto de impulsar el desarrollo económico de los países de la región con propuestas que supuestamente pretendía hacerle frente al problema del subdesarrollo, solo buscaba afianzar el modelo capitalista que beneficiaría al capital extranjero y a las figuras de monopolización y privatización como salvación de la economía de las naciones latinoamericanas, dejando de lado la equidad, los principios de competitividad de mercado y salvaguardando los intereses transnacionales, resultados que pudimos apreciar en el gobierno de Carlos Andrés Pérez que se encargó de ejecutar los planes neoliberales que exigía dicho consenso con la privatización de la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV) en 1992; con el colapso del sistema financiero venezolano que provocó la quiebra de casi una veintena de entidades bancarias en el año 94, además del desmantelamiento de la aerolínea venezolana VIASA que bajo el pretexto de su privatización fue traspasada a una empresa de nacionalidad española, eso sin contar con las condiciones impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que requería el aumento del precio de la gasolina, la devaluación de la moneda, la congelación de salarios, la liberación de precios de la canasta básica, entre otras medidas neoliberales que no solo se implementaron en Venezuela sino en varios países del continente, es por ello que siempre fiel a los principios bolivarianos y cansados de tantos atropellos Venezuela se propuso establecer un proceso liberador que más tarde Rafael Correa catalogaría como “un cambio de época”.

Estados Unidos ha visto a Chávez como el factor más peligroso de la región, como manifesté anteriormente es considerado la pieza clave del tablero de ajedrez de la política latinoamericana, más sus planes de ofensiva han resultado en reveses que han llevado a rediseñar los planes estratégicos de ataque a las revoluciones que se llevan a cabo en el continente, no ha sido casualidad los múltiples intentos subversivos por derrocar a Chávez en reiteradas ocasiones, tampoco ha sido producto de la casualidad los climas de violencia y caos que afectan directamente en el ámbito político, económico y social que a veces, parecieran ser insostenibles pero la voluntad del pueblo ha reiterado en múltiples ocasiones su apoyo fiel e incondicional al líder de la revolución bolivariana. Es por ello que ésta Guerra Tácita empleada por Norteamérica ha perpetrado un golpe de estado contra el pueblo hondureño y cínicamente han catalogado éste hecho como un golpe a Chávez, develando sus profundas y oscuras intenciones de sacar de la escena política al presidente venezolano, sin percatarse que la autodeterminación del pueblo hondureño no es algo que compete a Chávez directamente, más la burguesía internacional sigue celebrando y creyendo que la revolución bolivariana ha perdido a una de sus piezas claves, ignorando que a éstas alturas no hay poder que detenga el proceso revolucionario de Latinoamérica.

No conforme con ello debemos acceder a un panorama amplio para poder comprender lo que sucede en Suramérica, durante años hemos sido víctimas de los embates de las potencias con aspiraciones de expansión imperial, nunca hemos podido estar tranquilos, España, Portugal, Inglaterra, Francia e incluso Holanda, se lanzaron a la aventura perversa de la conquista y lograron obtener algunos territorios que en la actualidad, son, en su mayoría independientes.

Hoy la lucha es contra el imperialismo norteamericano, su pretensión es la de recuperar el control de nuestras soberanías para sus intereses: dominar al mundo, seguir implantando el sistema capitalista y garantizarse para sí un potencial natural y energético que ellos no poseen, es decir, en ésta parte de la región tenemos el 50% de las selvas tropicales del mundo, el 70% de la biodiversidad del planeta, el 26% de agua dulce de la tierra, y las reservas más grandes de gas y petróleo de todo el planeta tierra, lo cual convierte a ésta región en una gran potencia que abre el apetito imperialista de muchos.

Para tener una visión general latinoamericana es necesario profundizar ciertos aspectos de nuestra realidad y cómo en el continente y fuera de él, el imperio ha movido sus piezas del tablero de ajedrez, intentando poner en jaque a los procesos revolucionarios liderados por los pueblos más pobres del continente, aprovechando cualquier descuido, cualquier espacio porque entiende que no se puede perder el tiempo cuando se está amenazado, es una cuestión de guerra, quien golpea primero golpea dos veces y sin embargo tiene probabilidades de que también lo golpeen, pero quien golpea siempre tiene el chance seguro de que no lo golpeen.

Wilfredo Gil

Somos un equipo de rebeldes, poetas y locos dedicados a la lucha revolucionaria que primeramente (para nosotros) se enmarcó en el ámbito de la educación popular liberadora pero que hoy por hoy nos sentimos más comprometidos que nunca con nuestro pueblo, y es por ello que viendo y analizando la realidad actual, en el ámbito nacional como internacional, no podemos sino agruparnos en un equipo sólido y fuerte, de hombres y mujeres con formación política-ideológica, con ética socialista, comprometidos y dispuestos sin vacilar a la batalla que haya que dar en cualquier escenario que se nos presente, así era Wilfredo Gil, nuestro “Camarita”, un hombre de pueblo, sencillo, honesto, luchador y alegre pero de carácter, siempre leal, siempre atento, defensor arduo de la revolución, un antiimperialista y por ende un anticapitalista, un amigo y gran consejero, en fin, un ejemplo.

Nuestro equipo no puede hacer menos que llevar su nombre, debemos ser primeramente hombres y mujeres de pueblo comprometidos con el pueblo y para ello solo hace falta tener conciencia de clase y compromiso social revolucionario, nuestro “Camarita” supo entender y analizar día a día las grandezas y debilidades de nuestro proceso y no vaciló nunca en luchar por ello, por éste pueblo, por ésta patria.

El Wilfredo Gil debe ser un equipo digno del nombre que representa a la grandeza del hombre pueblo y la mujer pueblo, no se trata solo de aceptar nuestra condición de clase sino luchar por ella, nuestros trabajadores y trabajadoras deben ser un Wilfredo más, debe ser un militum militorum, es decir, un militante de militantes (así lo definió Héctor), que indaga, que lee, que comparte y que crece, deben ser hombres y mujeres valientes, defensores de la revolución y siempre honestos, incansables, siempre ejemplos, siempre padres, siempre organizando, ejecutando, movilizando, siempre alegres y al servicio de la Patria y de la Revolución, creo fervientemente que debemos parecernos más a ese hombre pueblo que tanto nos hace falta hoy, debemos ser militante de militantes, esa es nuestra condición sin ecua non para pertenecer a éste colectivo, no hay otra.

El ímpetu de Wilfredo Gil debe perdurar por siempre en nosotros, solo así lograremos transformar el sistema y ser dueños de ello, restituir de una vez por todas el Poder Popular pasa porque el pueblo tome la estructura y la superestructura del Estado, solo necesitamos al Wilfredo Gil para hacerlo realidad.
Patria Socialista o muerte…
¡¡¡VENCEREMOS!!!

¿Qué pasaría si cayera la Revolución Bolivariana?

Este escrito lo publiqué el 17 de abril de 2008, en un blogs viejo que no recordaba y que admito, abandoné, tenía menos formación que ahora, pero dejé unos pocos escritos que les invito a leer en www.juventudysocialismo.blogspot.com

Indudablemente estamos frente a uno de los posibles escenarios que pueda intentar promover el gobierno norteamericano, alentado por empresas trasnacionales con mucho poder económico a nivel mundial.

Evidentemente la lucha por la revolución bolivariana se ha convertido en un conglomerado de sentimientos. Hugo Chávez Frías forma parte de esos mismos sentimientos del pueblo hecho esperanza, en esa sola palabra, se juegan los sueños y se ponen en deuda las ilusiones por un mañana mejor. Cuando existe un mínimo sentimiento de esperanza de por medio, se va creando un sentido de pertenencia, esto sucede porque adquiere un valor especial, ese valor intangible se convierte en algo sagrado, cuando esto pasa entonces la esperanza es amor y por amor se es capaz de defender todo y luchar por ello.

Ante la pregunta: ¿Qué pasaría si cayera la revolución bolivariana?, no quisiera siquiera imaginarlo, el caos sería poca cosa y a lo menos, sin temor a exagerar, depararíamos en holocausto.

Cada vez que surge esta pregunta, debemos recordar a una Colombia herida que aún grita: ¡Mataron a Gaitán!; a un pueblo desesperanzado bañado en sangre por las calles de Bogotá, desolado porque con la muerte del líder neogranadino morían las esperanzas del pueblo colombiano. Ese mismo pueblo que añoraba justicia se encegueció y así comenzó una lucha a muerte entre conservadores y liberales; el vil asesinato del Indio Gaitán nos recuerda cómo se jodió Colombia y en él podríamos nosotros visualizarnos.

En Venezuela, Hugo Chávez Frías, ha gobernado por casi diez años y aún mantiene su popularidad, el arraigo del liderazgo que tiene y mantiene el presidente de la República Bolivariana de Venezuela es una realidad, tan real, que la última consulta popular del pasado 2 de diciembre, donde la propuesta presidencial salió derrotada, (de manera pírrica) la oposición venezolana no registró un aumento significativo en lo que ha sido su constante cuantitativo electoral. Además, este pueblo junto con su líder, ha resistido los feroces ataques del imperio norteamericano y de la apátrida oligarquía venezolana, y se ha mantenido en defensa de la revolución bolivariana, rechazando el sistema capitalista y teniendo como meta la consolidación del Socialismo Bolivariano, es decir, el Socialismo del Siglo XXI. Aunado a eso, Hugo Chávez fue derrocado en el año 2002, y en pocas horas el pueblo, que no estaba resuelto a la resignación de un vil golpe de Estado, salió encendido en cólera y dispuesto a dar la vida por el rescate del máximo líder y con ello, el rescate de la revolución. No es poca cosa el amor del pueblo y su demostración y valentía así lo evidencia.

Eso nos da pie para decir que el Bogotazo se quedaría corto, en Venezuela el solo hecho de un posible derrocamiento del máximo líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez, nos lleva a pensar que el pueblo venezolano se volcaría a las calles por millones, nuestra realidad sería todo un Apocalipsis y los caídos formarían una alfombra humana que seguramente cubrirían cientos de cuadras acá en la Cuna de Simón Bolívar, allá en la Patria Grande, y más allá donde reposan las utopías.

Nuestra afirmación se basa en que el liderazgo de Chávez, actualmente ha transcendido las fronteras de la patria y se ha convertido, por lo mínimo, en un liderazgo continental; por lo que el pueblo venezolano no estaría sólo en su lucha, mientras aquí la inminente explosión social cicatriza el herido futuro de la patria, el continente conmocionado se manifestaría y las palabras del Ché, cual profecía, serían una total realidad, Latinoamérica, el Caribe y más, estarían plagada de muchos Vietnam, no sería uno, ni dos, ni tres sino miles en todo el continente, definitivamente la América Latina se desangraría por sus venas abiertas.

No habría posibilidad de gobernabilidad, reinaría el caos y se vendrían mil golpes de Estado, entre las distintas tendencias chavistas la guerra se intensificaría y no habría consenso para definir quién puede erigir el proceso revolucionario, mientras esto sucede tampoco sería posible la permanencia de la derecha en el poder. Todo esto producto del desconcierto del pueblo.

Suponemos, que por la gravedad de los hechos, el pueblo descargaría su furia contra los grandes medios de comunicación privados y todo aquello que represente al capital imperial que siempre ha jugado al derrocamiento del actual gobierno. No sería extraño ver grandes comercios y reconocida cadenas envueltas en llamas después de haber sido saqueadas por completo, además de ello, el fatal enfrentamiento entre pobres y ricos sería inevitable.


Venezuela, sus riquezas, su pueblo, su proyecto socialista bolivariano y su líder, Hugo Chávez Frías, no son poca cosa, juntos hemos trastocados los intereses del imperio norteamericano y de la oligarquía fascista venezolana, sus planes neoliberales se detuvieron apenas el pueblo junto a Hugo Chávez 


Edwin L´Bachi 
17/04/2008

R-Combatientes de CMSKPA