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Un Blog de Edwin "El Bachi" Velásquez - Leal al Comandante Chávez y a Nicolás Maduro por el Socialismo Bolivariano - Delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela - Comisionado Estadal de Formación Política de la JPSUV (D.C) - Premio Municipal al Liderazgo y Activismo Juvenil Livia Gouverneur 2012 y 2013 Mención Honorífica Mejor Liderazgo Juvenil - Vivir y Vencer Camaradas - ¡Viva Chávez! ¡Viva la Revolución!

27 de octubre de 2010

De cómo el capitalismo le saca provecho al amor y lo convierte en una condición burguesa:


Hecho por: Edwin L´Bachi Velásquez

                Cuando hablamos de amor solemos pensar en hermosas historias de hombres y mujeres que sufriendo los desmanes de una vida trágica que trata de separarlos luchan incansablemente por estar juntos e inmediatamente imaginamos que luego que superan todas esas barreras que estaban en medio de los dos, por lo general, culmina en un final feliz determinando que así serán toda la vida, felices para siempre.

                Pero en el mundo real, la vida está llena de grandes complicaciones, desigualdades sociales, injusticias y tragedias vividas a diario con la esperanza de que algún día las cosas puedan cambiar. No hay bellas damiselas ni príncipes azules en los vagones del metro de Caracas a los que no les importe otra cosa más que estar con su amor eterno, ni en las torres del Parque Central espera a su príncipe alguna bella dama cual inmenso castillo de cristal cuidado por un dragón de alguna historia medieval, y aunque parezca absurdo lo que voy a decir, las historias de amor de hoy en día también están determinadas por la lógica del capital y es allí donde se desvanecen los cuentos de Disney y las bellas historias de amor de Delia Fiallo.

                Amor es una palabra cursi para algunos que se define como un sentimiento profundo y casi infinito hacia una persona, se traduce en la preocupación más sublime y apasionado hacia otros seres humanos, es una palabra abstracta pero en este caso lo aplico al amor de pareja y cómo sobrevive en un sistema como el que heredamos y que algunos intentamos cambiar.

                En el sistema capitalista todos y todo se maneja como mercancía, es decir, somos parte de un mercado global que te compra y te vende sin percatarte y te obliga a repetir este ciclo una y otra vez durante todo el día, todos los días, es decir, vivimos una constante compra y venta, y nos someten a ella sin otras opciones a disposición. Es por ello que el amor también se maneja bajo la misma dinámica y suele rayar en lo superficial, en un interés desvirtuado, se torna un negocio, un convenio de dos, un contrato que se sella con el matrimonio y procura fortalecer al sistema con la adquisición de bienes materiales que serán de la pareja, y si acaso la relación fracasa el sistema lo resolverá con una partición de bienes. 

                El amor, desde el noviazgo, está condicionado por bienes y hechos materiales creados por el capital para “ayudar” a mantener una relación, solo necesitas algo de dinero para ello y solucionas el problema: las salidas semanales o diarias, los osos de peluche, las flores, el cine, etc, son los “detalles” absurdos que te permiten demostrar cuánto amas. Sin embargo a la hora de formalizar una relación el dinero o la falta del mismo por lo general, condicionan su permanencia en el tiempo; no es un secreto para nadie que la mayoría de las crisis entre las parejas se dan por hechos meramente económicos y no sexuales, eso sucede porque el amor en el capitalismo es un hecho económico que colado en lo sentimental puede agotarlo por completo.

                Del amor de dos surgen las familias, un negocio perfecto  para el capital porque constantemente generan gastos, con ellas ayudamos a reforzar al sistema porque las mismas implican deudas y por tanto muchos gastos, y esta figura se incrementará a medida que crezca la familia y el sistema ahogue a la misma. El amor suele perderse entre la amargura que genera una vida de trabajo y  gastos, es decir, de explotación y deudas.

                En el capitalismo el amor se sostiene saciando la sed de consumo, bien sea por necesidad real o por necesidad creada, tener una casa cuesta mucho dinero, (alquilada o comprada) amoblarla por completo igual, pero además debes comprar alimentos, vestirte, pagar los servicios básicos, pagar el condominio, si tienes hijos debes cubrir sus necesidades que bajo la lógica del capital son bastante costosas, además de pagarle la renta al celular, pasarle un poco de dinero a mamá, pagar el dinero que has pedido prestado y dejar para la gasolina o el pasaje diario, mantener el amor es un poco difícil en este sistema, si pueden cubrir todo esto pero además darse ciertos lujos seguramente la relación será muy grata, pues no habría mayores problemas cuando las condiciones económicas así lo permiten, pero cuando el dinero no alcanza las historias de amor suelen quedar incompletas, pocos se fortalecen, muchos más son los que terminan porque el capitalismo ha pretendido hacer del amor una exquisitez que puedan degustar unos pocos, una condición burguesa.

edwin.bachi.velasquez@gmail.com
Publicado en aporrea.org: http://www.aporrea.org/tiburon/a111073.html 

25 de octubre de 2010

Revolución SOS: ¿Qué Hacer?


Por: Edwin L´Bachi Velásquez


                Así como cuando Lenin escribió el ¿Qué Hacer? en un momento histórico en el que Rusia necesitaba organizarse para la lucha revolucionaria  y la agitación política de entonces para levantar una revolución a principios del siglo XX, cien años después la historia revolucionaria se escribe en el continente americano, específicamente en Venezuela, siendo ésta la última revolución del siglo XX y la primera del siglo XXI, tal y como ya lo dijo el comandante Hugo Chávez.

                Así como entonces, hoy se hace necesario analizar sobre la “libertad de crítica” pero yendo un poco más allá creo muy necesario recalcar sobre todo, la aceptación de la misma, entendiendo también que dicha “libertad de crítica” depende de los niveles de responsabilidad revolucionaria para garantizar la construcción, y no lo contrario, del Socialismo Bolivariano.

                Sin embargo, cuando Lenin hablaba de “libertad de crítica”, permítanme la redundancia, se limitaba a criticar a los críticos de entonces que catalogó de oportunistas, pues quienes alzaban su voz incluso contra teorías marxistas eran los reformistas de la época que no han faltado en todo proceso revolucionario, la diferencia está en que acá en Venezuela los reformistas se encuentran en puestos claves de poder, al igual que son, en su mayoría, los mismos que llevan las riendas de nuestro partido, son quienes también alcanzaron una nueva posición económica, algunos diría aunque sin pruebas, forman parte de la nueva burguesía.

                Después de las elecciones del 26 de septiembre, Chávez nos ha vuelto a llamar como militantes a la reflexión crítica y autocrítica, y en lo personal creo que es hora de poder resolver la gran incógnita de hoy, sin duda la más en boga, ¿Qué hacer?; El líder de la Revolución Bolivariana nos ha pedido volver a retomar el planteamiento de las 3R pero esta vez al cuadrado. Entrado en este panorama donde entendemos que los resultados electorales del 26 de septiembre sorprendieron a algunos, incluyendo al presidente, sabremos que la pregunta ¿Qué hacer? se presenta en un contexto muy distinto al de la Rusia de principios de siglo XX pero igualmente en un momento crucial que exige la intervención, análisis, estudio y acción inmediata para salvar la revolución.

                En Venezuela se ha dado un fenómeno que no ha sido raro en todo país que se ha propuesto o se propuso alguna vez gestar una revolución, no es más que el modo exagerado e irresponsable de críticas a nuestro gobierno por parte de los sectores de oposición tanto nacional como internacional, al punto que muchas de ellas se agotan en inventos que carecen de fundamentos solo para dañar la imagen de la revolución desde la supuesta e imponente “opinión pública”, esto nos posiciona en un plano de guerra mediática que hemos asumido con gran astucia a pesar de que los esfuerzos nunca han sido arropadores.

                Sin embargo, quiero destacar a lo interno, en el seno de nuestra organización más importante para la revolución como lo es el Partido Socialista, la crítica suele percibirse como una voz amenazante, una actitud incorrecta e incluso, irresponsable; digamos que lamentablemente el hecho de la crítica revolucionaria nos arrima estrictamente a las sendas de la “contrarrevolución”. La Dirección Nacional del Partido pareciera no jugarse su dirección al Socialismo, la mayoría de sus miembros se las juegan para sí mismos y a todo aquel que suela levantarse contra estos oportunistas que han hecho de la revolución su propia fiesta, quedan aislados políticamente y cuidado si quemados por el resto de sus días.

                La crítica se ha convertido en un arte dejada a la selección minuciosa de palabras correctas para complacer y no faltar a la diplomacia, aún así no ha dejado de colarse en grandes y pequeñas reuniones y ponencias, el pueblo en general las hace sin titubear y muchas veces se las cantan a voz bravía a los dirigentes que irresponsablemente han causado hoy, un descontento popular que no ha desmejorado más porque el líder de la revolución ha servido de muro de contención a pesar de que el mismo también tenga parte de la culpa, eso sin contar nuestra propia culpa.

                Por supuesto que existe la “libertad de crítica” y con ella la “libertad de riesgos” y cualquiera es libre de asumirse en ellos, lamentablemente no estamos enfrentados a dogmáticos del marxismo ni mucho menos a corrientes ideológicas, tristemente el término “tendencia” se ha tergiversado, y hoy solo personifica a algunos actores políticos que han mantenido un liderazgo a costa del clientelismo y las bondades que  permite la burocracia, son los mismos grupúsculos atados al Estado Burgués que temen a la verdad y atacan a los factores revolucionarios que atentan contra sus intereses, cabe destacar, contrarios a los intereses del pueblo.

                La Venezuela de hoy se encuentra entrampada en la lógica de la democracia burguesa, que como en ninguna revolución nos amenaza en cada período electoral, la continuidad de la revolución depende de los votos y estos a su vez, dependen de la gestión que también se entrampa en el sistema burgués que no permite la concreción de los objetivos y planes revolucionarios.

                Debemos reconocer que los logros y avances políticos, económicos y sociales que hemos obtenido gracias a esta revolución en una década, no fue logrado jamás, ni en cien años, por gobierno alguno, pero también es importante destacar que bajo la lógica de la democracia burguesa, cualquier partido pudiera gobernar esta nación si así lo deciden las mayorías, y nuestro gobierno, más que un gobierno de izquierda ha sido, lamentablemente, un gobierno socialdemócrata que ha revolucionado la política de nuestro país a través de reformas y planes de atención social que, sin duda, han beneficiado a las mayorías pero no rompe con el esquema burgués que nos entrampa en el capitalismo y en sus miserias.

                La profundización de la revolución pasa primeramente por un proceso de revisión sincera, generar las contradicciones hacia el capitalismo no ha sido lo suficientemente contundente ni sugestivo como para incluso hablar tranquilamente de comunismo sin que nadie se ruborice; los trabajadores y trabajadoras no han comprendido su rol protagónico ante el desafío y la carga del tiempo histórico que se nos presenta en este momento, la masa trabajadora aún no asume su carácter de clase ni mucho menos como sujeto histórico de esta revolución y esa responsabilidad recae directamente en el liderazgo de Chávez que ha hecho grandes esfuerzos para que la masa comprenda pero no su equipo que poco ha hecho énfasis en esta causa que sin duda alguna definiría enormemente la revolución.

                La socialdemocracia venezolana, aunque públicamente aparentan querer transitar hacia el Socialismo, a lo interno parecieran negarse a ello a través de sus acciones que retardan el proceso y lo han puesto a marchar a paso de tortuga, a diferencia de otras revoluciones la nuestra  carece de elementos científicos y teóricos propios de los nuevos tiempos y de nuestra realidad, aunque no se puede negar que existen buenos artículos e investigaciones  que van y vienen pero que nadie rescata para su publicación ni ejecución.

                 “Estamos rodeados de enemigos por todas partes y tenemos que marchar casi siempre bajo su fuego. Nos hemos unido en virtud de una decisión adoptada con toda libertad, precisamente para luchar contra los enemigos y no caer, dando un traspiés con la contigua charca, cuyos moradores nos reprochan desde el primer momento, el habernos separados en un grupo independiente y elegido el camino de la lucha y no el de la conciliación”

                Estas son palabras de Lenin, y hoy están tan vigentes como hace cien años, estamos rodeados de enemigos, pero a diferencia de entonces, hace falta unirnos en virtud de la decisión de luchar por el Socialismo sin conciliar, ni con la vieja burguesía, ni con la nueva burguesía que se esconde tras la espalda de la revolución, mucho menos con los reformistas que le siguen el juego a cambio de una cuota de poder. Nunca faltará quienes reclamen pruebas aunque sea evidente lo evidente, sin embargo, quizás al pueblo siempre le falte evidencias pero nunca sabiduría.

                Después de las elecciones del 26 de septiembre algunos han visto más de cerca las fallas de la revolución, otros solo ven amenazados sus intereses ante una posible derrota en el 2012, otros nos preocupamos grandemente por generar una nueva fuerza que devenga como en el 98, del despertar de las masas y principalmente, como ya lo mencioné, de la clase obrera de la nación.

                El triunfo de las elecciones legislativas es un triunfo incompleto pero con esperanzas, nos ha plasmado un esbozo que podría perfilar lo que pudiera ser el fin del proyecto bolivariano en el próximo 2012. Ciertamente obtuvimos la mayoría parlamentaria pero después de haber tenido casi la totalidad del parlamento durante cinco años, no podemos sino lamentar la deficiencia que éste tuvo a pesar de la ausencia de la oposición, faltó presión por parte de los sectores sociales y políticos de la revolución, la oportunidad de oro se ahogó en la lógica burguesa y el clima de confianza en demasía contribuyó poco a la transformación del Estado, se pudo haber conquistado a la clase obrera casi en su totalidad con leyes nuevas que contribuyeran a la transformación de la realidad actual, lo que pudimos apreciar una vez más es que la genialidad del líder nos demostró que además de presidente fue un gran diputado, pues considero legisló más y mejor que muchos compañeros e inclusive camaradas de la recordada Asamblea Nacional “Roja Rojita”.

                A un mes de la victoria a la cual muchos se quieren aferrar para eclipsar nuestras fallas, me permito el análisis sin ánimos de perjudicar al proceso, acato la orden de nuestro comandante sumándome a la crítica y autocrítica constante porque la formación marxista me ha enseñado lo que no aprendí en la escuela católica de mi infancia: las transformaciones y los cambios no se le remiten a dios sino que por el contrario, dependen de cada uno de nosotros, los seres humanos que le dedicamos la vida a la revolución, es un proceso dialéctico sin divinidades ni deidades.

                A pesar de algunas medidas tomadas contra la burguesía en beneficio de las y los trabajadores la negociación ha sido parte de la diplomacia que se ha constituido en un pañito de agua fría para solventar los ánimos de la burguesía que no detiene ni detendrá su artillería feroz contra la revolución.

                Hay que destacar varias cosas a realizar para asegurar el éxito de la revolución bolivariana, según las perspectivas y apreciaciones que regularmente se recogen en las discusiones y debates que suelen darse en medio de toda la dinámica que nos permite la política:

Primero, nuestro pueblo tiene necesidades que hay que abordar: lamentablemente recibimos a un país que no tuvo ningún tipo de planificación o muy poca y hoy sigue careciendo de ella en cierto sectores que atañen a la sociedad, las misiones han logrado mantener una política de inclusión y atención social pero ellas no solucionan los problemas de la vivienda, empleo digno, transporte, salud, vialidad, solo por nombrar algunos, y para ello coloco tres ejemplos fundamentales: primero creo pertinente mencionar que en una década de gobierno no existió una política habitacional “revolucionaria” que atendiera la alta demanda que existe como consecuencia del continuo crecimiento de la población, lo que a su vez nos condujo al encarecimiento exagerado de las viviendas y por supuesto al crecimiento especulativo del costo de los alquileres de las mismas, que a su vez nos ha dejado como resultado el nacimiento y crecimiento de barriadas como expresión de la resistencia social ante un sistema generador de grandes desigualdades. Como segundo ejemplo me atrevo a decir que a pesar de que Venezuela sea el país con mayores reservas de petróleo en el mundo, y de estar posicionados en el tercer puesto de los mayores importadores de crudo a nivel mundial nuestras calles, avenidas y autopistas siguen siendo un retrato del suelo lunar, nuestros barrios, sectores populares e incluso los sectores de las clases privilegiadas se encuentran en un estado nada alentador, aunque debo reconocer los esfuerzos que ha hecho el gobierno bolivariano, en el hecho del asfaltado y la construcción podría presumirse las artimañas que han hecho, no para cubrir necesidades sino para mantener in crecento sus negocios, por tanto concluyo diciendo que es obligatorio ocuparnos de los problemas del pueblo.

En segundo lugar está el hecho de que nuestra revolución ha mantenido en su naturaleza el auge y la exaltación del líder contra la cual sería casi un pecado oponerse, pues se ha incrementado la devoción y el fervor hacia él y muchos añoran tener tal nivel de liderazgo cayendo también en el exaltamiento de sus propias figuras, pero mientras se gastan miles y miles de bolívares en catapultar un liderazgo meramente mediático que además no es liderazgo nada ya que la gente en cualquier elección sigue votando por lealtad a Chávez y no porque los candidatos del partido lo merezcan o se lo hayan ganado, poco se ha hecho para presentarle al pueblo la dicha de vivir en Socialismo, nadie se preocupa realmente por mostrarle a nuestra gente cómo sería una vida socialista, sus beneficios y el por qué es tan importante luchar por ello, por el contrario se les confunde mostrándole una realidad inexistente contenida en la frase “Hecho en Socialismo”; si bien es cierto que hoy existe mucha más confianza en dicho término, también es cierto que la mayoría de nuestro pueblo no tiene claridad exacta de lo que realmente trata, hay que fomentar la formación de la masa trabajadora y con ello estaremos reforzando conciencias y blindando a la revolución.  

En tercer lugar quiero referirme a la construcción del partido revolucionario, y en este tema quiero resaltar varias acciones que creo importante considerar:
1.       Debemos procurar cuanto antes conformar una corriente de izquierda revolucionaria que logre ganarse la confianza de nuestro pueblo pero también de nuestro comandante y líder indiscutible de la revolución Hugo Chávez:

Una de las estimaciones más intensas que se escucha en las bases del partido y prácticamente en la generalidad del pueblo es que confían en Chávez pero no en quienes les rodean, y eso pasa por entender que el pueblo es sabio y la sabiduría popular es intuitiva pero además ha sido más que testigo de la historia, protagonista de la misma, y sabe que los intereses de algunos miembros del partido y del alto gobierno se imponen a la hora de definir el transito hacia el Socialismo, el pueblo sabe que hay quienes prefieren provocar un estancamiento, resolver con demagogia o cuanto más arriesgado recurrir a reformas que puedan contener posibles estallidos que pudieran perjudicar su estatus y gloria.

No pretendo decir que la totalidad de los actores políticos que rodean al presidente sean así, sería una total irresponsabilidad, pero pareciera que hay quienes juegan a cegar a Chávez mostrándole una realidad distinta, aunque afortunadamente nuestro líder ha interpretado al pueblo sabiamente pero su voz se queda sola ante la ineptitud, incompetencia y/o indiferencia de los suyos.

Hoy sabemos y reconocemos que el líder indiscutible de la revolución se llama Hugo Rafael Chávez Frías, pero también sabemos que ha tenido que recurrir a un puñado de reformistas y socialdemócratas que no se formaron sino que se deformaron ante el poder que ofrece el sistema imperante basado en las mieles del capital, nosotros estamos determinados a acompañar, apoyar y defender a Hugo Chávez para construir el transito al Socialismo, pero acaso… ¿nuestro líder estará dispuesto a definir la historia con otro equipo de cuadros bien formados, revolucionarios comprometidos con los pueblos del mundo y su liberación del capitalismo salvaje sin conocerlos? No lo creo, todos sabemos que hace falta un equipo sincero y disciplinado pero arriesgado a asumir la lucha contra un mounstro feroz llamado imperialismo y contra sus lacayos burgueses defensores de su estatus explotador, y para ello es necesario la constitución de una corriente que se fortalezca y crezca desde las bases, que se constituya en nuevos liderazgos y esperanzas para nuestro pueblo, sumisos al Poder Popular, reparadores de conciencias que mantengan su constancia en la formación y construcción de teorías y prácticas revolucionarias colectivas, solo así mereceríamos la confianza del pueblo y de nuestro líder.

Esta corriente debe lograr alcanzar los escaños más altos del partido y de la revolución tomando como premisa fundamental las palabras de Lassalle a Marx: “el partido se fortalece depurándose”. Pero quiero ser bien enfático en esto, nuestros cuadros deben comprender que nuestra función es transferirle el poder al pueblo, concienciarlo para que asuma su condición de clase y por tanto el Poder Popular, crear comunas autogestionarias, socializar los medios de producción, infiltrarse en la superestructura y destruir al Estado Burgués.

Eduardo Samán ha tomado la iniciativa de impulsar una “Corriente Radical de Izquierda” dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela, este llamado (valga la redundancia) ha llamado la atención de todos los sectores de la revolución, gran parte de la militancia roja se siente identificada con la  propuesta que busca acabar con los vicios pequeñoburgueses que aquejan al partido y que ha hecho tanto daño en nuestras bases.

Lo realmente complicado es que ante un discurso radical de izquierda y la propuesta de crear dicha corriente se acercan los sectores más radicales de la revolución: extremistas, fanáticos, lumpen e incluso anarquistas que descontextualizan y deforman la lucha. Al plantearse la construcción de dicha corriente hay que tener sumo cuidado en no agrupar a estos sectores que pretenden otro tipo de radicalización aunado a una feroz deformación por falta de formación político-ideológica.

Cuando hablamos de radical debemos entender que nuestro partido necesita constituirse en una gran cantera de cuadros revolucionarios socialistas, bien formados, enteros y firmes, decididos a derrumbar las fuertes columnas que mantienen en pie al Estado Burgués, cuadros que no hagan de la política un negocio de compra y venta de conciencias, críticos y por sobre todo autocríticos, líderes que pongan los intereses del pueblo por encima de los suyos y los de los suyos propios, la corriente debe estar conformada por hombres y mujeres honestos,  seguros, caracterizados por sus grandes sentimientos de amor hacia la humanidad pero también por su mano dura y decidida ante las mieles del capital y las adversidades más agudas e intensas, necesitamos valientes con miedos de acero, una corriente de camaradas, de soldados y soldadas que entreguen su vida a la lucha de clases por la asunción del Poder Popular al Socialismo.

2.       Nuestro partido debe ser dirigido mayormente por cuadros revolucionarios que no se encuentren en ejercicio de funciones públicas o que no mantengan altos cargos de poder:

Con esto podríamos lograr tener un partido que pudiera llamar a capítulo a nuestros cuadros en función pública y evitaríamos el “pagar y darse el vuelto” que ha imperado hasta ahora.

Hasta ahora las direcciones y burós de nuestro partido ha sido dirigido por personajes que se mantienen en altos cargos de poder dentro de las instancias de gobierno, lo cual no permite la objetividad a la hora de afrontar ciertas realidades y tomar algunas decisiones. Ante esta situación tenemos a un partido que se vuelve incapaz de ofrecer respuestas justas ya que el mismo sirve de escudo para no tocar los intereses de algunos y algunas “líderes” de la revolución.

Por tal motivo se torna en una rigurosa necesidad la elección de cuadros no comprometidos ante alguna instancia de poder del Estado Burgués sino ante los militantes del Partido de la revolución y la revolución misma, y así lograr salir de la fachada que nos ha caracterizado como un partido institucionalizado.
3.       El Partido de la Revolución mientras sea gobierno debe construir los lineamientos y programas de gobierno:

Todos sabemos que carecemos de un partido que construya y dicte lineamientos que permita dirigir un solo programa o propuesta política que no sea afectada por ningún factor externo o interno en el seno del partido o incluso en alguna institución o ministerio, como por ejemplo los cambios de ministros. Cada cambio de ministro implica el estancamiento y olvido de las políticas del otro.

Para evitar esto es fundamental que los y las militantes “rojos rojitos” asumamos la construcción de las políticas gubernamentales, es necesario crear un programa político que pueda ser acatado por todas y todos los cuadros que asuman alguna institución pública, con esto me refiero a las gobernaciones, alcaldías, ministerios, presidencia de instituciones y otros afines que impliquen el ejercicio del poder institucional y que hoy por hoy funcionan según le parezca a cada quien. 

4.       Sobre la designación de responsabilidades a los cuadros medios y bajos:

El Partido debe asumir la creación y dirección de políticas que permitan la inserción, el control y la toma del poder en espacios de gran importancia que benefician a los distintos sectores de nuestra sociedad y que permitan la consolidación del Poder Popular.

Para llevar a cabo dichas tareas y misiones es fundamental la designación de cuadros destacados según sea su sector, para ello el partido debe cubrir las necesidades básicas de los mismos para el cumplimiento de dichas tareas a favor del fortalecimiento de la revolución.

Es necesario que el partido designe misiones especiales para la concienciación de clase y la construcción del Poder Popular en el sector estudiantil, campesino y obrero.

Si en las universidades autónomas pudiéramos insertar cuadros revolucionarios a los que les sea encargado conformar una fuerza viva y orgánica, con un programa de lucha realizado por la militancia estudiantil del partido, apoyados y financiados por el mismo sería un golpe certero a la burguesía que ha utilizado dicho aparataje para su beneficio, aislando a los estudiantes de la sociedad, provocando un divorcio para asumirse un estatus burgués que refuerza al Estado, podríamos cambiar las correlaciones de fuerza con un trabajo paciente y organizado.

Si en algunas fábricas o en grandes empresas que poseen un valioso contingente de obreros y obreras pudiéramos designar la misión a varios cuadros de organizar, formar y concienciar para luego asumir el control de dichas fábricas o empresas, siempre bajo el seguimiento y atención del Partido revolucionario, pudiéramos intensificar la lucha y darle mayor sentido de clase.

Nuestro Partido debe asumirse como un partido de la clase trabajadora, por tal motivo debe apoyar a los mismos, a los movimientos sociales y designar misiones especiales en los sectores más importantes que han sido controlados históricamente por la burguesía y que hoy debe pasar a manos del pueblo organizado, solo así lograremos el derrumbe del Estado Burgués y la consolidación del Socialismo.

5.       Control y seguimiento de la Gestión Gubernamental:

El control y seguimiento de la gestión de gobierno es una tarea que también debe asumir el partido, sin embargo, creo que difícilmente en la actualidad, nuestra máxima organización pudiese asumirla, su inviabilidad está marcada precisamente porque la Dirección Nacional en su mayoría se mantiene en puestos claves de poder, pero una vez que la corriente haya tomado las riendas del partido ésta podría asumir dicha tarea con la responsabilidad y la ética revolucionaria que le merece.

Es importante destacar que es necesario hacer una contraloría a la gestión de nuestros camaradas y cuando menos, compañeros de lucha. Pero sinceramente ¿quiénes estarían a cargo de hacerle control y seguimiento a la gestión gubernamental?, si fuese hoy probablemente los mismos de siempre, esos mismos en quienes la gente desconfía pero que siguen muy cerca de nuestro líder y gozan de su confianza. Nosotros sabemos los males que aquejan a la revolución, alcaldes y gobernadores que también han contribuido a la desunión y se han conformado en parcelas de poder local, en pocas palabras, lo que dije antes cabe perfectamente en esta descripción, se conformaron en “tendencias personalistas” avaladas por los intereses individuales de sus seguidores; misiones sociales que no cumplen cabalmente con su rol y han desmejorado con el paso del tiempo, planes de gobierno que se han olvidado, organizaciones que dejaron de funcionar o nunca funcionaron como por ejemplo los consejos de pescadores o la realidad en la que se encuentra inmersa los fundos zamoranos, eso sin contar con la progresiva desaparición de la Misión Cultura en su ámbito académico de educación popular liberadora, entre otros muchos ejemplos que pudiéramos destacar.

Son muchas las cosas que hay que someter a revisión, eso implicaría tener una ética revolucionaria inquebrantable y como diría Chávez alguna vez: “los nervios de acero”, hombres y mujeres que asuman el compromiso con la firmeza que este requiere, con la conciencia limpia y entera.

Nuestro partido debe instalar una Sala Situacional conformada por un equipo nacional que comprendería coordinadores estadales con sus respectivos cuadros que pueda tener acceso a información que comprendan la gestión de gobierno de todos los entes: ministerios, alcaldías, gobernaciones y misiones sociales, esta debe permitir ampliar la visión sobre las fallas y logros totales del gobierno bolivariano, lo que permitiría tomar decisiones acertadas para redimir esas fallas que comprenden la conclusión o no de algunas obras, la continuidad o no de algunas políticas y como tal, la sinceración de la gestión.

6.       Nuestra revolución debe mantener su carácter internacionalista y el Partido también:

A nivel de gobierno nuestra política exterior está basada en intercambios comerciales y transferencia de tecnología, lo cual es muy beneficioso para nuestro pueblo, además dinamiza las relaciones internacionales al punto de impulsar y promover un “mundo multipolar”. Sin embargo, como partido revolucionario pudiésemos asumir tareas internacionalistas, debemos procurar sembrar semillas en las conciencias de los trabajadores del mundo y sería un buen comienzo en nuestro continente. Es sumamente urgente que nuestro partido pueda contribuir a la organización popular de los pueblos que bajo una nueva conciencia social obligue a constituir un nuevo orden mundial enmarcado en el Socialismo, si no logramos exterminar la lógica del capital será imposible fundar un Socialismo puro y soberano en nuestro país.

Entendemos que la construcción del partido revolucionario no es una tarea fácil, requiere de tiempo pero sabemos bien que radica en la organización y la mística, por tal motivo continúo destacando algunos elementos importantes a toar en cuenta.

Seguimos con el tercer punto: debemos cambiar la dinámica financiera imperante: Los bancos del Estado revolucionario deben beneficiar grandemente al sector obrero alejándose de las políticas implementadas por los bancos capitalistas, eso implica la invención de un nuevo modelo bancario y financiero ajustado a las necesidades sociales y comprometidos con la nueva concepción de Estado que no permita el fortalecimiento de la propiedad privada, ni de los intereses burgueses.

En cuarto lugar, hay que estar determinados a acabar con el burocratismo, la ineptitud, la incompetencia: Debemos lograr transformar y trascender de la precaria estampa del funcionario público a una nueva figura de militancia revolucionaria, es decir, debe ser un actor político entendiendo que el trabajo no debe limitarse a un contrato ni a un horario, cada puesto de trabajo en el sector público merece cuadros revolucionarios hasta en el más sencillo de los cargos pero ojo, no debemos olvidarnos de las necesidades de los mismos.

En quinto lugar, necesitamos urgentemente transformar el sistema educativo por completo y en todos sus niveles: Solo un sistema de educación extraordinario, que salga de los límites que nos impone el sistema actual, nos garantizará conciencias revolucionarias, es necesario implantar una propuesta que eleve a la educación a niveles liberadores que impliquen “una comprensión crítica de la realidad” tal y como lo planteó Paulo Freire, la educación debe promover la creación de ideas, es necesaria una nueva pedagogía que no sea obligada sino que permita acceder al conocimiento libre sin imposiciones que limiten el aprendizaje, el país necesita estudiantes y profesionales comprometidos con sus comunidades, que trabajen en base de la solución de los problemas fundamentales de su realidad y no en las soluciones que necesita el mercado capitalista.

                Por último ,es muy justo y necesario que como revolucionarios nos armemos de valor para enfrentar todo lo que se nos viene, seguimos bajo la incertidumbre de una nueva jugada imperial, la derecha sigue regocijándose en lo que para ellos significa una victoria que superó sus propias expectativas, nuestros reformistas aún juegan a cuidar su cuota de poder y siguen limitándose a acariciar el proyecto socialista pero no lo terminan de asumir porque como dije, son reformistas con intereses particulares; la quinta columna también hace de las suyas, tenemos al enemigo a bordo y muchos insisten en seguir inculcándole al pueblo que dicha “columna” son los ya conocidos lacayos del imperio cuando sabemos que son los “falsos camaradas” que están infiltrados en nuestras filas e instituciones y aún no terminamos de reconocerlos, este tema también nos revela que a nivel comunicacional hay mentes perversas pero astutas que buscan confundir al pueblo, no solo con el mensaje errado de la “quinta columna” sino que también con mensajes como: “Hecho en Socialismo”, no se hace esfuerzo alguno para crear una nueva conciencia que podríamos llamar “socialista” sino que los esfuerzos son meramente coyunturales, empeñados en resaltar algunos logros en materia de gestión y a reforzar la figura del líder.

                Con esto no quiero que se malinterpreten mis palabras, Chávez ha jugado un papel fundamental y difícil como líder y estratega de la Revolución, pero ahora y más que nunca se hace necesario ahondar en la formación política-ideológica de nuestro pueblo, debemos asumir el Poder Popular y la lucha contra la ineficiencia, el burocratismo, la corrupción que son males que existirán mientras exista el capitalismo, como dijo alguna vez Plejánov “el oportunismo ha ganado muchos seguidores en las filas de la socialdemocracia” y hoy, nosotros podemos cambiar esa realidad mediante la radicalización, el comandante presidente ha ordenado radicalizar el proceso y eso nos permite consagrar nuestros esfuerzos para la toma del poder que pasa por vencer nuestros hábitos y pensamientos burgueses, resolver nuestros problemas más profundos para conseguir la victoria y asumirnos de una vez por todas como Poder Popular.

                Culmino con una frase que escribió nuestro camarada Vladimir Lenin en Petrogrado, en 1917:
“…es más agradable y provechoso vivir la “experiencia de la revolución” que escribir acerca de ella”

Socialismo o muerte…
¡¡¡VENCEREMOS!!!


R-Combatientes de CMSKPA