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Un Blog de Edwin "El Bachi" Velásquez - Leal al Comandante Chávez y a Nicolás Maduro por el Socialismo Bolivariano - Delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela - Comisionado Estadal de Formación Política de la JPSUV (D.C) - Premio Municipal al Liderazgo y Activismo Juvenil Livia Gouverneur 2012 y 2013 Mención Honorífica Mejor Liderazgo Juvenil - Vivir y Vencer Camaradas - ¡Viva Chávez! ¡Viva la Revolución!

12 de septiembre de 2011

A propósito del silencio hacia el camarada Eduardo Samán: Carta a los verdaderos revolucionarios, los verdaderos Chavistas:

Por: Edwin L´Bachi Velásquez

A los verdaderos revolucionarios nos toca vivir la construcción del hecho revolucionario con muchas más dificultades que al resto, solemos ser un estorbo, una molestia, una incomodidad ante los intereses de los más acomodados, inoportunos y discordantes ante los reformistas, efectistas y oportunistas que suelen pasar desapercibidos por sus posiciones complacientes, lisonjeras y por lo general convincentes utilizando un “lenguaje chavista” que nadie podría objetar.

                A nosotros nos llaman radicales, chavistas sin Chávez, ultra-izquierdosos, comunistas… y pare usted de contar como si eso nos ofendiera, nuestro pueblo conoce nuestra trayectoria, sabe quiénes somos y a dónde vamos, pero siempre es bueno revelar las diferencias que tenemos unos de otros pero que unidos somos necesarios para cumplir la ley que manda “unidad y lucha de los contrarios” mientras alcanzamos la victoria:

La diferencia entre un mero chavista y un chavista como nosotros es que amamos a nuestro pueblo como a nosotros mismos, nos damos por entero a la lucha revolucionaria a riesgo de todo, la razón nos asiste porque procuramos formarnos constantemente en la teoría y en la militancia, solemos ser críticos para construir y argumentamos con pruebas, cifras, estudios y textos para justificar nuestras posturas que son una muestra de madurez y rebeldía difícil de conformarse con lo escucha o lo que ve; si algo tenemos los revolucionarios, los chavistas como nosotros es que somos sinceros, decimos y hacemos las cosas con gran responsabilidad en el marco de la verdad, nos tomamos los problemas a pecho en búsqueda de su resolución y procuramos generar propuestas, ideas y apoyo evitando el pragmatismo y accionando en cuestión; no nos apartamos de la humildad y en caso de equivocarnos lo reconocemos con modestia, la diferencia entre un mero chavista y un chavista como nosotros es que procuramos ser más como Chávez, pero aún mejor, ser como fuera Chávez en el seno del pueblo, sin el cerco de la investidura presidencial.

Que nada nos detenga camaradas que el presidente necesita de nosotros pero mucho más necesidad de revolucionarios claros y formados tiene el pueblo, sigamos motorizando esta lucha de clases que es nuestro primer interés profundizarla y mantenerla en pie de lucha que en definitiva el Estado Burgués y el Imperio seguirán oprimiéndonos, protegiéndose y resguardando sus intereses a favor de mantener la hegemonía capitalista, ¡encendamos la llama del alerta popular!

Vivir y Vencer es nuestro lema, lo demás no importa nada.

P.D: Si la razón nos asiste entonces siempre valdrá la pena ser una molestia.

10 de septiembre de 2011

La Revolución en su laberinto

Por: Edwin L´Bachi Velásquez
                
Todos los días somos muchos los hombres y mujeres, jóvenes y adultos, que nos levantamos con ganas de seguir construyendo la Patria Grande soñada por Bolívar y ese mundo perfecto soñado por Marx y otros tantos que hoy mantienen su pensamiento vigente, vivo, venerado y también despreciado.

No dudo que hayamos sido acertados, esta revolución nació en el momento y espacio justo y preciso, se levantaron las banderas del Socialismo en un pequeño país de un continente nuevo al Sur de la América Bolivariana, esclava por 500 años y más, con las condiciones ideales para ser el punto de referencia de la lucha de los pueblos a nivel mundial en pleno nacimiento del siglo XXI.

Lo decía Bolívar cual profeta de su tiempo: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias a nombre de la libertad"


Hagamos un paseo muy breve por los hechos que caracteriza nuestro siglo y en medio de qué tormenta se edifica nuestra revolución:

Invasión a Iraq, Afganistán, Libia, probablemente a Siria, desaparición forzosa de Palestina, guerra mediática mundial, golpes de Estado, conspiraciones contra las revoluciones de los pueblos, crisis económica mundial, caída libre del dólar y euro, guerras civiles, marchas, agitaciones populares, bombardeos, muertes, explotación, esclavitud, masacres, colonización, inminente quiebra de Europa y el imperio norteamericano, caracazos generalizados por el mundo, represión, depresión, crack… etc.

Hemos levantado las banderas del Socialismo a tiempo, no dudo que hayamos sido acertados, las condiciones generadas o mejor dicho, degeneradas ha enloquecido al mundo imperial y en su desespero por no morir atenta contra cualquier elemento de contradicción que no le sea favorable; Sur América está amenazada, si amenazada una revolución amenazado el conjunto, y no basta con solidarizarnos y rezar, no está negado pero actuar es aún más favorable y necesario en este momento crucial, el mundo grita Revolución y nosotros estamos en un laberinto.

La idea no es callar y la ventaja de la palabra escrita es que queda viva por siempre para alimentar la historia y permanecer perennemente en el presente, hoy cuando la crisis económica mundial hace inminente un crack en las finanzas norteamericana y europea se crecen las ambiciones imperiales por obtener las riquezas naturales y energéticas que les son útiles en el mantenimiento de “orden mundial vigente”: el capitalismo neoliberal.

Estamos viviendo tiempos terribles, se usa la figura del “terrorismo” para criminalizar las luchas de los pueblos, se usa la figura de la “dictadura” para criminalizar las democracias de los pueblos, se usa la figura del “terror” para criminalizar las revoluciones de los pueblos, se usan las “bombas humanitarias” para acabar con los pueblos, sabemos que el Imperialismo maneja bien los códigos para manipular y justificar sus acciones con la excusa de la paz, ¡que acertado Bolívar!, no se equivocó, y nosotros estamos en un laberinto.

Sabiendo que el Imperio norteamericano tiene una deuda que equivale a dos tercios del PIB mundial, es decir, ¡¡¡a 66,66%!!! ¿Cómo es que nosotros que tenemos grandes reservas de oro a cielo abierto, agua dulce y petróleo, ¡la más grande del mundo! vamos a seguir luchando ingenuamente creyendo que nada nos va a suceder? El mundo capitalista se niega a morir y está actuando, interesante sería encender la llama del alerta popular, pero lamentablemente, en este momento, nosotros estamos en un laberinto.
                
Así como describí el mundo actual voy a describir las cosas que hoy por hoy mantienen a la Revolución Bolivariana en un laberinto que tiene varias salidas: muchas hacia el capitalismo y solo una al Socialismo:

Injusticia, corrupción, burocratismo, quintas columnas, infantilismo de izquierda, surgimiento de la nueva burguesía y enquistamiento de la pequeña burguesía en el Poder, reformismo, restablecimiento de las relaciones con Colombia, reconocimiento del Gobierno de facto de Porfirio Lobos en Honduras, salida de ministros eficientes y revolucionarios como Eduardo Samán, entrega de revolucionarios a gobiernos fascistas y al imperio norteamericano como terroristas, apresamiento de camaradas revolucionarios como si fueran delincuentes, ineficiencia, mantenimiento de “cuadros” ineptos, deformados y desconfiables en el Poder, sectarismo, populismo, pragmatismo, retrasos y obstaculizaciones, reserva del líder… etc.

Ciertamente esta revolución ha tenido muchos logros y aciertos, pero no podemos negar que estamos amenazados de muerte por varios factores: el imperialismo norteamericano y sus títeres aliados; la burguesía nacional e internacional, nuestra derecha endógena, la falta de formación política-ideológica y el tiempo.

                ¿Qué hacer? Es la pregunta

Ante un mundo en crisis Venezuela se ha convertido en referencia planetaria de las luchas populares, pero a veces pareciera que tenemos una “Revolución permitida” y que bajo la estrategia de la degradación y el vilipendio se despejan el camino haciendo a un lado a los radicales tildados para la historia como “contrarrevolucionarios”.

Yo no me creería la de Gaddafi consintiendo a la derecha internacional mucho menos a la nacional, creyendo que el imperialismo y sus lacayos perdonan una revolución que atentó contra sus intereses quitándole lo más preciado, una bendición para el desarrollo tecnológico y social, una maldición para quienes lo poseen, el famoso oro negro: el petróleo.

Hoy nos damos la mano con Santos como si nunca nada pasó, es como citar a los escuálidos cuando pretenden que olvidemos la historia para no tener que justificar sus errores cometidos, y ya no hablamos de los gobiernos criminales y narcoterroristas para no arriesgar nuestras excelentes relaciones con un país hermano gobernado por una oligarquía que tampoco perdona ni perdonará revivir a Bolívar y los intereses del proletariado latinoamericano.

Pocos le han tomado la palabra al comandante Chávez cuando llamó a rebajarse los sueldos exorbitantes de algunos funcionarios, pocos le han tomado la palabra cuando ha llamado a la eficiencia, a la formación marxista, leninista, más que socialista, comunista; pocos le han tomado la palabra cuando llama destruir al Estado Burgués y su lógica para crear un nuevo Estado, uno Socialista, no viciado ni sucio; pocos le han tomado la palabra al comandante cuando pide a gritos formar al pueblo y transferirle competencias, pocos entienden que las comunas no se decretan y que un Consejo Comunal es más que gestionar cemento y cabilla, pocos le han tomado la palabra cuando llamó a aplicar las tres R², pero eso sí, todos, absolutamente todos sabemos que así no se hace, que así no es, que tenemos fallas, que la estamos cagando y mientras tanto nosotros seguimos en el mismo laberinto.

Esta revolución nos dio un rol participativo y protagónico: refundó la República, acabó con el analfabetismo, ingresó miles de jóvenes y adultos a la educación transformando a toda la patria en una escuela, concedió  atención a la salud del pueblo en los sectores populares donde nunca hubo un médico; disminuyó notablemente la tasa de desempleo, recuperó espacios que por años estuvieron abandonados, deteriorados; rescató nuestro carácter antiimperialista; creó las misiones Socialistas para atender y dignificar directamente al pueblo; nos llamó a la organización y a asumir el Poder Popular; detuvo las privatizaciones y nacionalizó nuestros intereses; recuperó nuestro petróleo, nuestras empresas, nuestro oro; fortaleció y enalteció nuestro talento deportivo y artístico-cultural; nos llamó a la militancia y a la batalla de ideas; democratizó nuestros espacios radioeléctricos; fortaleció nuestra economía al punto que no hemos sentido los embates de la crisis económica mundial, eso y muchas otras cosas que nos indican que estamos en una revolución y aún así, seguimos en un laberinto.

Hoy, cuando el comandante Chávez se encuentra pasando por un momento difícil donde el cáncer tampoco perdona a uno de los más grandes líderes de la historia de los pueblos, se hace muy necesario abrir un debate nacional sobre nuestro papel en la historia; nuestro rol como sujetos de transformación y cambio, y como pueblo consciente y organizado; hoy, aunque muchas y muchos camaradas se nieguen a comprender que el comandante es un ser humano y no una divinidad que físicamente pueda vivir para siempre, su cáncer nos lo recuerda claramente, más allá de que pueda superar este desagradable hecho, debemos reflexionar que los procesos revolucionarios no deben depender de un hombre, si algo no muere nunca son las ideas y ellas son las que deben prevalecer en la actuación y en los hechos; pero muchas y muchos temen ser catalogados de contrarrevolucionarios por plantear esta situación, Gramsci lo decía así: somos los únicos capaces de “mantener o cambiar una concepción del mundo”, la historia depende de nosotros camaradas, los miedos no son válidos en este momento, lo sabemos y aún así seguimos en un laberinto.

El Partido también tiene un desafío en este tiempo histórico, pero en ello no quiero ahondar en este momento, quienes estamos inmersos en la dinámica de la construcción de un nuevo modelo político militante, es decir, de un modelo revolucionario, sabemos que en la actualidad nuestra dirección cumple un papel meramente lisonjero, pero también tiene carencias formativas e intereses de algunas y algunos en permanecer enquistados en la cabecera de una organización que necesita planificación y aciertos, esto quiere decir, que mientras el Partido no asuma su “desafío y la carga del tiempo histórico” seguiremos en este laberinto.

Yo vuelvo a repetirlo en un llamado urgente a la acción revolucionaria, este laberinto tiene muchas salidas al capitalismo y solo una al Socialismo, el miedo al escarnio interno es solo un desafío más a la batalla por la verdad y la libertad de los pueblos, la consigna es Vivir y Vencer… amando ¡VENCEREMOS! 

2 de septiembre de 2011

Misterio de una revolución armada en pleno desarme:

Por: Edwin L´Bachi Velásquez

(Publicado en aporrea.org el 3 de septiembre bajo el título: "Un desarme cuestionable": http://www.aporrea.org/actualidad/a129575.html)

Yo no creo que haya mucho que entender pero la verdad es que las revoluciones no se hacen desarmadas, podrán inventarse mil excusas, mil campañas como la gestada por la oposición venezolana y quién sabe si provocado los hechos delincuenciales por los mismos que con tal de sacar a Chávez, son capaces de matar a medio pueblo para posicionar la delincuencia como enemigo número uno y punto de quiebre de una revolución, se consuma una de las acciones más nefasta que un proceso “revolucionario” se permita como lo es el desarme del pueblo.

                El imperialismo a través de su brazo internacional conocida por todas y todos como Organización de Naciones Unidas (ONU), ha impulsado el desarme como un mecanismo “humanitario” para lograr la “paz”, la misma que hoy existe en Iraq, Afganistán y Libia, donde se gestan las guerras más cruentas de la historia contemporánea del mundo, eso sin contar las declaraciones hechas en el año 2007 por el General estadounidense de cuatro soles Wesley Clark quien afirmó: “Vamos a invadir siete (7) países en cinco (5) años” y luego prosiguió a nombrarlos:empezaremos con Irak, y después seguiremos con Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia y terminaremos con Irán” 

                Ahora resulta que en Venezuela los llamados “malandros” o como dicen los periódicos “azotes de barrio”, tienen armas legales con su correcto “porte de arma”, ¿Quién puede creer semejante sandez?; ¿Será que acaso no permitir que las armas legales circulen en la calle normalmente hará que bajen los índices de delincuencia?; este año se han incautado más de 117 mil armas y siguen los mismos 45 mil presos, ¿Quiere decir que los delincuentes dejan de serlo al quitarles dichas armas?, allá aquellos que crean que la delincuencia es un mero problema social, yo mientras tanto me pregunto: este desarme ¿a quiénes busca desarmar realmente?, a esto prefiero responder como dijera el gran profesor Lupa: “Misterios de la Ciencia”.

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