Por: Edwin "L´Bachi"
Velásquez
La derecha
venezolana no deja de sorprender a quienes estamos inmersos en el quehacer
revolucionario contra el capitalismo, sistema que coloca en primer lugar al
dinero como elemento central e imprescindible en la vida humana para hacer de
esta un negocio desde que nacemos hasta que morimos, una lógica privatizadora
donde todo se puede comprar y vender.
He allí el
problema de la derecha, al colocar al capital como núcleo de la estructura de
su proyecto y no al ser humano abre la posibilidad de conseguirlo todo bajo el
esquema mercantilista, no importa si un hecho falta a la moral porque esta tiene
su espacio en el sistema de mercado, quien tiene dinero goza de prestigio
siempre y quien no, es condenado por las leyes burguesas que sólo protegen al burgués.
En una sociedad
capitalista el delincuente es el pobre, quien tiene segura las páginas de los
periódicos con esposas y capuchas, pero jamás sería así para un Mendoza, Mezherane
ni mucho menos un Capriles, ellos no irían al Rodeo, los medios siguen
tratándolos de señores y si acaso es muy grave el delito les tocaría cuando
mucho “casa por cárcel” con los privilegios que estos suelen tener.
Pero ojo, tanto
el delincuente de barrio como el de cuello blanco el dinero y la codicia son
las principales figuras morales, alcanzar lo que sea y como sea justificando
que todo tiene un precio, persuadiendo bajo soborno, robo o explotación; pero
el capital no es para todos, ellos acumularán lo que puedan y quién no pertenezca
a su clase pagará sus delitos, así opera el sistema burgués.
Pero un sistema se
protege y para ello el capitalismo usa mecanismos donde el dinero hace gala incluso por encima de las leyes, eso es lo que
hace la derecha cuando mediante negocios turbios y conspiradores contra nuestra
Revolución, intenta derrumbar el proyecto bolivariano con acciones apátridas
con tal y acabar así con la posibilidad actual de ser libres y realmente
felices.