Por: Edwin "L´Bachi" Velásquez
Quienes fueron
jóvenes en el paleolítico de la prehistoria venezolana mejor conocida como la
cuarta república (1958-1998) tuvieron que sufrir los desmanes y atropellos de
Gobiernos que asumieron una actitud opresora en contra de quienes alzaron su
voz para exigir reformas y cambios sociales en beneficio del pueblo y no de un
pequeñísimo grupo económico que además facilitaba la colonización gringa a
nuestro territorio, era la lucha contra los dinosaurios adecos y copeyanos que
se repartían el poder mientras acababan con los sueños de juventud de ser
felices, libres y vivir bien.
El irrespeto a los
Derechos Humanos de nuestros jóvenes comenzaba por la represión constante de
toda manifestación o protesta, la libertad de expresión era una utopía a
alcanzar, no existía, quién se atrevía a revelarse en contra del gobierno era
sometido a la tortura y humillación, a la desaparición e incluso, a una
dolorosa y sufrida muerte. Cantores, cultores y artistas; periodistas,
estudiantes, deportistas y líderes comunitarios; hombres, mujeres, jóvenes y
niños sometidos al hambre, sin garantía de educación, ni trabajo, ni salud, la
vida era una esclavitud y las oportunidades un privilegio de pocos.
Una Ley de Vagos y
Maleantes que utilizaron para reprimir a los más jóvenes, ya sea por grafitear
una pared, por tener el cabello largo o simplemente por estar parado en una
esquina o plaza era motivo para considerarlos “delincuentes” siendo puestos a
la orden del Estado para hacer “justicia” y regenerarlos; La recluta fue otro
de los sin sabores de madres y jovencitos, que eran tomados en contra de su
voluntad por las fuerzas militares para prestar servicio obligatorio en sus
filas, una alcabala era motivo para que el temor a ser secuestrado por el
Estado invadiera la vida de cualquiera.
Cantantes, músicos,
pintores y artistas que osaran a realizar una obra crítica comenzaban
inmediatamente a sufrir las persecuciones de un Estado inclemente, además, ser
artista o deportista significaba vivir en la pobreza, realmente no existía
apoyo por parte del Estado, el olvido les aguardaba y el reconocimiento era una
estrella fugaz que no volvería a verse; En el paleolítico cuartorepublicano era preferible ser extranjero.
Ser joven en tiempos
de dinosaurios de cuello blanco significó para las mayorías vivir sin la esperanza
de ser “alguien” en la vida, la educación entró en decadencia porque a los
adecos y copeyanos les interesaba tener un pueblo ignorante que pudieran
dominar fácilmente y así poder consumar acciones corruptas y apátridas.
Comenzaron a tomar medidas para privatizar, para que la gente pagara por
obtener conocimiento, por formarse, por saber, pero no solo eso, sino que
también se pagara por un chequeo médico, por una emergencia, por mantenerse
vivo, todo jugaba en contra del bienestar del pueblo, todo jugaba en contra de
los más jóvenes.
¿Te gustaría vivir un
gobierno represivo e implacable, prehistórico y dinosauriesco como el de la
cuarta?, la tarea es investigar y analizar porque hoy estamos viendo el flaco
rostro evolucionado de los dinosaurios cuartorepublicanos
que quieren regresar a la era paleolítica de la política venezolana, se trata
de vivir libres y ser felices o volver a la oscuridad como seres retrógrados,
tú decides.