Edwin "L´Bachi" Velásquez
edwin.bachi.velasquez@gmail.com
En este
momento de fuertes contradicciones políticas, económicas y sociales, la
juventud revolucionaria debe jugar un papel preponderante en la historia,
jóvenes dedicados al estudio, al trabajo o a las dos, dedicados también al
deporte, a la cultura, las artes, la política o a todas las anteriores, son
quienes deben poner su esfuerzo y talento al servicio de la Revolución, porque
es precisamente, este proceso de transformación y cambios, el que recoge todos
los dignos retos de superación que un joven pueda tener, los hace posible,
realizables, palpables y vivibles, mientras que el capitalismo solo los
promueve para ser alcanzado a través del sistema de compra y venta.
Estamos
viviendo una etapa sublime de la Revolución Bolivariana, que podríamos catalogar
como el retorno de los sueños, porque es
durante esta etapa cuando nos formamos, damos nuestros primeros pasos en el
trabajo, comenzamos a conformar nuestros núcleos familiares, nacen los primeros
hijos y se concretan las luchas más férreas y perseverantes por conquistar cada
día mejores condiciones de vida, por alcanzar la felicidad.
El principal
reto es lograr florecer el espíritu de lucha de los y las jóvenes que nacieron
y/o crecieron con este proceso y no entiende su real significado histórico, generar
mayor participación y consecuencia de la juventud en la preocupación, discusión
y resolución de los asuntos locales, municipales y nacionales propios de este
sector generacional.
Jóvenes, podemos organizarnos para promover y alcanzar metas colectivas,
solventar nuestros problemas pasa primero por planificar luchas concretas
direccionadas a la realización de los sueños que planteen resoluciones
trascendentales dirigidas al estudio, el trabajo, la cultura y el esparcimiento
que, ahora y más que nunca, deben perseguir lógicas alejadas del
individualismo, el egoísmo y el capitalismo que nos aprecia como un bien de
mercado, secuestrándonos nuestra condición humana, solo así lograremos la
independencia verdadera que se traduce en conquistar para siempre, la mayor
suma de felicidad posible.