Edwin
Velásquez
@LBachi
Multiplicar
a nuestros héroes y heroínas pareciera ser el reto ideal, pero no
lo es aunque sí una tarea estratégica; lo realmente difícil, el
verdadero reto histórico será superarlos, superar sus obras, sus
logros, su pensamiento... su legado.
No es un
capricho si miramos al futuro, ser la generación de oro pasa por
demostrarlo, y demostrarlo pasa por vivirlo, vivirlo para ganar
experiencias, experiencias que nos preparan para estar listos, para
que el mundo futuro vea en su presente una generación gloriosa, de
héroes chavistas que lo entregaron todo para alcanzar y gozar el
nuevo orden que la humanidad merece, nuevo sistema de valores que
hace al humano... humano; un nuevo modelo económico que pone a la
vida por encima de cualquier cosa; un mundo pluripolar que reconoce y
respeta a los pueblos en su identidad y fortaleza, que no tiene
imperios y que ha alcanzado la paz.
No ha
sido un capricho del comandante obrero, Nicolás Maduro, entender la
necesidad de tener cuadros jóvenes bien formados, con pronta
experiencia para gobernar en condiciones difíciles, en
contracorriente al capitalismo, en confrontación permanente contra
la maldad imperialista que mantendrá su afán por derrotarnos y no
le faltarán aliados para ello, para acabar con los amantes de la
patria y su razón amorosa, por lo que no podemos descansar en
nuestro necio pero liberador empeño por consolidar el Socialismo
Bolivariano.
Nuestra
generación no cuenta con mucho tiempo para cumplir con el sueño de
nuestros padres libertadores, el sueño de Bolívar y de nuestro
gigante, Hugo Chávez; los próximos 30 años serán los años de
nuestra regeneración absoluta, son los años que tenemos para
consolidar nuestro proyecto, la humanidad nos verá vencer, y a
partir de nosotros hasta el fin de los tiempos las generaciones no
optarán por otra cosa que no sea preservar nuestro más grande y
valioso legado: el Socialismo.