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Un Blog de Edwin "El Bachi" Velásquez - Leal al Comandante Chávez y a Nicolás Maduro por el Socialismo Bolivariano - Delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela - Comisionado Estadal de Formación Política de la JPSUV (D.C) - Premio Municipal al Liderazgo y Activismo Juvenil Livia Gouverneur 2012 y 2013 Mención Honorífica Mejor Liderazgo Juvenil - Vivir y Vencer Camaradas - ¡Viva Chávez! ¡Viva la Revolución!

27 de octubre de 2010

De cómo el capitalismo le saca provecho al amor y lo convierte en una condición burguesa:


Hecho por: Edwin L´Bachi Velásquez

                Cuando hablamos de amor solemos pensar en hermosas historias de hombres y mujeres que sufriendo los desmanes de una vida trágica que trata de separarlos luchan incansablemente por estar juntos e inmediatamente imaginamos que luego que superan todas esas barreras que estaban en medio de los dos, por lo general, culmina en un final feliz determinando que así serán toda la vida, felices para siempre.

                Pero en el mundo real, la vida está llena de grandes complicaciones, desigualdades sociales, injusticias y tragedias vividas a diario con la esperanza de que algún día las cosas puedan cambiar. No hay bellas damiselas ni príncipes azules en los vagones del metro de Caracas a los que no les importe otra cosa más que estar con su amor eterno, ni en las torres del Parque Central espera a su príncipe alguna bella dama cual inmenso castillo de cristal cuidado por un dragón de alguna historia medieval, y aunque parezca absurdo lo que voy a decir, las historias de amor de hoy en día también están determinadas por la lógica del capital y es allí donde se desvanecen los cuentos de Disney y las bellas historias de amor de Delia Fiallo.

                Amor es una palabra cursi para algunos que se define como un sentimiento profundo y casi infinito hacia una persona, se traduce en la preocupación más sublime y apasionado hacia otros seres humanos, es una palabra abstracta pero en este caso lo aplico al amor de pareja y cómo sobrevive en un sistema como el que heredamos y que algunos intentamos cambiar.

                En el sistema capitalista todos y todo se maneja como mercancía, es decir, somos parte de un mercado global que te compra y te vende sin percatarte y te obliga a repetir este ciclo una y otra vez durante todo el día, todos los días, es decir, vivimos una constante compra y venta, y nos someten a ella sin otras opciones a disposición. Es por ello que el amor también se maneja bajo la misma dinámica y suele rayar en lo superficial, en un interés desvirtuado, se torna un negocio, un convenio de dos, un contrato que se sella con el matrimonio y procura fortalecer al sistema con la adquisición de bienes materiales que serán de la pareja, y si acaso la relación fracasa el sistema lo resolverá con una partición de bienes. 

                El amor, desde el noviazgo, está condicionado por bienes y hechos materiales creados por el capital para “ayudar” a mantener una relación, solo necesitas algo de dinero para ello y solucionas el problema: las salidas semanales o diarias, los osos de peluche, las flores, el cine, etc, son los “detalles” absurdos que te permiten demostrar cuánto amas. Sin embargo a la hora de formalizar una relación el dinero o la falta del mismo por lo general, condicionan su permanencia en el tiempo; no es un secreto para nadie que la mayoría de las crisis entre las parejas se dan por hechos meramente económicos y no sexuales, eso sucede porque el amor en el capitalismo es un hecho económico que colado en lo sentimental puede agotarlo por completo.

                Del amor de dos surgen las familias, un negocio perfecto  para el capital porque constantemente generan gastos, con ellas ayudamos a reforzar al sistema porque las mismas implican deudas y por tanto muchos gastos, y esta figura se incrementará a medida que crezca la familia y el sistema ahogue a la misma. El amor suele perderse entre la amargura que genera una vida de trabajo y  gastos, es decir, de explotación y deudas.

                En el capitalismo el amor se sostiene saciando la sed de consumo, bien sea por necesidad real o por necesidad creada, tener una casa cuesta mucho dinero, (alquilada o comprada) amoblarla por completo igual, pero además debes comprar alimentos, vestirte, pagar los servicios básicos, pagar el condominio, si tienes hijos debes cubrir sus necesidades que bajo la lógica del capital son bastante costosas, además de pagarle la renta al celular, pasarle un poco de dinero a mamá, pagar el dinero que has pedido prestado y dejar para la gasolina o el pasaje diario, mantener el amor es un poco difícil en este sistema, si pueden cubrir todo esto pero además darse ciertos lujos seguramente la relación será muy grata, pues no habría mayores problemas cuando las condiciones económicas así lo permiten, pero cuando el dinero no alcanza las historias de amor suelen quedar incompletas, pocos se fortalecen, muchos más son los que terminan porque el capitalismo ha pretendido hacer del amor una exquisitez que puedan degustar unos pocos, una condición burguesa.

edwin.bachi.velasquez@gmail.com
Publicado en aporrea.org: http://www.aporrea.org/tiburon/a111073.html 

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