MECANISMOS DE DIFAMACIÓN Y DESINTEGRACIÓN DE NUESTRA JUVENTUD

En la Revolución se ha presentado una situación muy peculiar que ha tenido mayor auge últimamente y que es de extrema preocupación… La exclusión de militantes por conveniencia de unos pocos que valiéndose de mecanismos que, por su naturaleza, los revolucionarios tenemos negado utilizar, y hablo nada más y nada menos que de los chismes y la difamación.

Es preciso detallar la manera como se ha dado persecución a varios camaradas, al mejor estilo de la “SANTA INQUISICIÓN” (aquella que llevo a cabo la iglesia católica a todos los que a su conveniencia o por temor ellos acusaban de herejes o detractores) sin tener pruebas de ningún tipo se busca despotricar a dichos camaradas.

Gran preocupación nos causa cuando vemos inclusive algunos de los que podrían catalogarse como “lideres populares” utilizar semejantes artilugios, pues es de suponer que los mismos tienen una formación ideológica que los hace sobresalir del resto de los militantes, sin embargo son capaces de actuar de esa manera con tal de lograr su cometido evidentemente personalista. Ahora bien, cabe entonces la pregunta para quienes actúan así: ¿Qué clase de formación ideológica tienen?, y hago esa pregunta puesto que la formación que yo he tenido basada en planteamientos de Marx, Engels, Lenin, Bolívar, Miranda y nuestro Robinson (por mencionar algunos) me ha dejado un pensamiento basado en la unidad de colectivo y en la comprensión de situaciones y acciones sin menoscabar al ser humano, por consecuencia también cabe la siguiente pregunta: ¿Esa actitud de desprestigio es de un verdadero Revolucionario?

Existen diversos casos sobre estos métodos de difamación, por ejemplo he notado la información que han hecho correr sobre una Concejal (por cierto una de las “Inquisidoras” que fustiga a ciertos camaradas) que supuestamente perteneció a la juventud de AD y, según cuentan, uno de sus familiares muy cercanos fue diputado al extinto Congreso por ese partido de la rancia cuarta República, ahora bien no basta solo con correr esos comentarios sino que hay que mostrar pruebas (recuerden “lo que se alega se prueba”) para tomar las medidas pertinentes luego del análisis de sus acciones, sino nada nos diferenciaría de la iglesia asesina y perseguidora que es muy contraria a nuestra ideología.

Es lamentable ver como en la misma UNEFA hemos podido ver estas practicas irresponsables por parte de estudiantes militantes de la revolución, atacando y vociferando a los cuatro vientos ofensas contra camaradas, inclusive al hacerles preguntas básicas como por ejemplo: ¿conocen a quien atacan? ¿Tienen pruebas de lo que dicen?, ellos se limitan a responder: “en persona no” y “no tenemos pruebas, es información que nos ha llegado”, hasta admitían que decían eso por “líneas” que les daban. Lo triste es que esta práctica cada vez se hace más común en la juventud, si permitimos que continúe daremos paso a una posible desintegración de nuestro partido y del proceso por unos cuantos sujetos personalistas, debemos sustentar las acusaciones y buscar las verdaderas practicas contrarrevolucionarias dentro del proceso, apliquemos lo que tanto invocamos, ¡la crítica y la autocrítica!.

Reflexionemos camaradas en la unidad está la fuerza basta de la “INQUISICION”


Jhonalbert Viera
Füser